El aumento repentino de las temperaturas ha provocado que algunas plantas hayan comenzado a florecer antes de tiempo, lo que ha supuesto un aumento del polen y, por tanto, que los alérgicos han comenzado a sufrir con antelación.

Las alergias estacionales se deben a la exposición de sustancias suspendidas en el aire, como es el polen, que aparecen solo durante épocas del año concretas como la primavera (el roble, el olmo, el aliso, el abedul, el haya, el álamo, el fresno y el olivo), el verano (la bermuda, el fleo, la grama dulce, el pomar, la hierba Johnson y las malezas) o el otoño (la ambrosía).

Se puede tener alergia a distintos tipos de polen, por lo que la temporada puede extenderse por largos periodos. Por ello, debemos conocer cuáles son los síntomas e identificarlos para saber si debemos acudir al médico.

Estos son los síntomas que indican que estás sufriendo de alergia estacional

Según el Dr. James Fernandez de la Cleveland Clinic Lerner College of Medicine at Case Western Reserve University, las alergias estacionales pueden provocar:

  • Prurito en la nariz, en el paladar, en la parte posterior de la garganta y en los ojos (de forma gradual o súbita)
  • Goteo en la nariz con una secreción acuosa y transparente y congestión (en los niños puede derivar en una otitis)
  • Dolores de cabeza y sinusitis provocados por la congestión de los senos paranasales
  • Muchos estornudos
  • Lagrimeo en los ojos y picor, además de enrojecimiento e hinchazón en los párpados
  • Tos y sibilancias (sobre todo en personas con asma)
  • Irritabilidad y dificultades para dormir

Ante estos síntomas, debemos acudir al médico para que realice un diagnóstico e identifique el alérgeno para recomendar un tratamiento.