Con la llegada del verano, aumentan las temperaturas y pasamos más tiempo fuera de nuestros hogares. Playas, parques, prados, montes, ríos y lagos se llenan de gente que busca pasar un buen día en la naturaleza, lejos de las grandes ciudades.

Ese contacto más estrecho con la naturaleza nos aporta un sinfín de bondades tanto a nuestro cuerpo como a nuestra mente, pero también tiene alguna desventaja. Una de ellas es la de tener que compartir espacio con infinidad de insectos y mosquitos, lo que provoca que muchas veces volvamos a casa con una picadura. Otra veces, en cambio, son ellos los que se cuelan en nuestros hogares y hacen de las suyas cuando somos más vulnerables, cuando estamos dormidos.

Por lo general, las picaduras nos provocan una inflamación en la piel, acompañada de un molesto picor que corre el riesgo de infectarse. Muchas personas no aguantan la necesidad de rascarse, pero es algo que no debemos hacer para no infectar la picadura y agravar el problema.

Lo más aconsejables si hemos sido víctima de algún insecto, es tratar la pequeña lesión de alguna forma efectiva. Si la pequeña picadura se convierte en algo más debes acudir de inmediato al médico, pues puede haber provocado una reacción alérgica o una infección que podría derivar en algún problema de salud mayor.

Una abeja pica cuando se siente amenazada o cuando siente que el peligro está a punto de atacar al enjambre. Pixabay

Pero, en cambio, si la picadura, parece no ir a más y queremos tratarla en casa, podemos utilizar alguno de los diferentes remedios caseros que apuntamos a continuación:

Jugo de limón. Podemos exprimir jugo de limón sobre un algodón y pasarlo sobre la zona. Es posible que te escueza un poco, pero es recomendable aguantar el dolor en aras de que la lesión quede limpia y desinfectada. Una vez aplicado, también nos calmará el quemazón.

Aloe vera. El aloe vera es una de las pantas de la que más beneficios podemos obtener para nuestra salud. Atenuar las manchas de la piel, tratar quemaduras, combatir patas de gallo o ayudar contra el acné son solo algunas de las cosas que podemos hacer con esta planta. Pero además, también nos permite emplearla contra esa molesta picadura, ya que reduce el hinchazón, alivia el picor y cura las posibles heridas ocasionadas por el insecto. Debemos lavar la picadura con agua y jabón y después aplicar el jugo del aloe vera.

Bicarbonato de sodio. Otra forma de reducir la inflamación y calmar el dolor viene de la mano del bicarbonato de sodio. Hay que mezclar una cucharada de agua con otra de bicarbonato y aplicar la pasta resultante sobre la picadura durante 15 minutos. La retiraremos después con agua fría.

Tomate. Además de nutritivo, el tomate es un excelente calmante natural que nos ayuda a combatir el picor y la inflamación que producen las picaduras de avispas y mosquitos. Para aplicarlo, frotaremos el área afectada con tomate y seguidamente colocaremos una rodaja fresca durante unos minutos.

Miel. Picaduras de hormigas, abejas, mosquitos, pulgas… Para tratar todas ellas, la miel, que tiene un gran poder antiséptico y antibiótico, es un remedio idóneo. Cubriremos todas las ronchas con una pequeña cantidad de miel y dejaremos que se seque sobre la piel. Acto seguido, retiraremos la miel con agua tibia. Es mejor utilizar la miel más densa que la liquida.