Cuando queremos perder peso, uno de los mayores retos, además de mantener la constancia y la creación de nuevos hábitos, es no saber qué o cómo comer.

La llegada de las altas temperaturas y el inicio de las vacaciones puede agravar esta situación y es que es común comer en exceso y de forma desequilibrada.

Esto no es malo, ya que debemos contar con un equilibrio entre disfrutar de la comida y alimentarse de manera saludable.

Para ello, te recomendamos mantener una dieta a base de verduras, frutas, legumbres, carnes, pescados y grasas saludables de manera habitual.

De forma esporádica, cuando te encuentres en una reunión familiar o de amigos, en un contexto de celebración o en cualquier momento donde haya comida, intenta disfrutarla. La clave está en este equilibrio.

También es muy importante moverse y hacer ejercicio diariamente. Las recomendaciones de la OMS en cuanto al ejercicio físico es que se realicen actividades aeróbicas moderadas durante al menos entre dos horas y media y cinco horas a la semana. También sugiere la realización de ejercicio de fuerza dos o más días a la semana, ya que "aportan beneficios adicionales a la salud".

Recomendaciones de alimentación de cara al verano

  • Incrementar la ingesta de agua, frutas y hortalizas. Pueden tomarse a modo de gazpacho o sopas frías. Conviértelas en el primer plato para saciarte antes.
  • Seguir la dieta mediterránea. Es uno de los consejos más comunes, ya que es un tipo de alimentación saludable y equilibrada que contiene aceite de oliva, consumo de frutas y verduras diariamente, cereales como pan, pasta y arroz, legumbres...
  • Consumir frutas y hortalizas de temporada. En esta época hay abundancia de frutas y hortalizas con gran cantidad de agua que son bajas en calorías y ayudarán a la sensación de saciedad.
  • Los alimentos deben estar lo menos procesados posible. Este tipo de alimentos suele llevar aditivos, azúcares, sales, grasas y otros ingredientes que ayuden a su conservación y buen sabor. En su mayoría, los nutricionistas recomiendan reducir el consumo de estos productos para evitar problemas de salud y llevar una vida más saludable.
  • Eliminar bebidas calóricas. En nuestra alimentación diaria, la hidratación debe darse a base de agua, café o té, ya que son bebidas sin azúcares y bajas en calorías. Los refrescos, zumos o bebidas alcohólicas suelen tener azúcares y edulcorantes que no son beneficiosos para el consumo regular.
  • Moderar el consumo de carne. Se debe reducir el consumo de carne roja. Se aconseja tomar más pescado.
  • Moderar la ingesta de la comida: reducir las cantidades de comida, sobre todo si son pesadas, para evitar sentirnos hinchados.