La derrota del Espanyol ante el Barcelona este domingo (2-4) trajo consigo la ansiada permanencia matemática del Mallorca. Y con ella llegó el primer fichaje para la temporada 2023/24. Manu Morlanes, cedido por el Villarreal, será bermellón hasta 2028. El préstamo realizado en el mercado de invierno incluía una opción de compra obligatoria en caso de salvación de cerca de cuatro millones de euros, que podrían ser cinco en función de algunos pluses. Con la compra del futbolista de 24 años se da el pistoletazo de salida a la actividad, que se prevé intensa, en el despacho del director de fútbol Pablo Ortells.
Su incorporación, que supondrá un esfuerzo elevado para las arcas de la entidad, es el primer movimiento obligado que conlleva seguir en Primera División. Morlanes, que ha tenido paciencia y ha acabado haciéndose con un hueco en el once titular, está llamado a ser importante en los años venideros, pese a que la marcha de Galarreta deja un agujero muy complicado de rellenar en el centro del campo del Mallorca.
No son un mismo estilo de jugador, por lo que la entidad tiene trabajo en los próximos meses para buscar un perfil de futbolista que cumpla con la función del de Eibar. Morlanes, por su parte, se ha asentado en la posición de pivote o de interior, según el momento del partido, y se ha ganado la confianza de Javier Aguirre y el cuerpo técnico con buenas actuaciones que han ayudado a la permanencia del equipo.
La compra de Morlanes es solo la punta del iceberg del trabajo que tiene Ortells por delante. Antes de meterse de lleno en el mercado de fichajes, tiene decisiones que tomar a corto plazo. La primera es la de la renovación de Aguirre. Ya hace meses que se iniciaron las negociaciones para que el de Ciudad de México continúe en la isla una temporada más con otra opcional. Con la salvación matemática parece que todo se resolverá en cuestión de días, aunque el propio técnico sorprendiese en rueda de prensa tras la victoria ante el Cádiz informando de que había pedido a su representante pararlo todo «hasta nuevo aviso».
Otra de las renovaciones que están en el horno es la de Jaume Costa. El lateral, fijo para Aguirre, quiere continuar en la isla y el club está por la labor, aunque igual su rol podría cambiar de cara al curso que viene, ya que esa posición, en la que no ha contado con competencia primero con Cufré y luego con Augustinsson ,es una de las señaladas a reforzar con un jugador que opte a ser titular desde el primer día.
Varias bajas
En el capítulo de salidas también tiene trabajo Ortells. Son varios los futbolistas que están en la rampa de salida. Ángel Rodríguez, mucho más protagonista el curso pasado, lo tiene prácticamente hecho con el Tenerife y será allí donde concluya su carrera. Decidir la continuidad de Nastasic es otro de los puntos calientes. El central serbio ha rendido a gran nivel cuando ha jugado, pero su fragilidad con las lesiones frenan de momento una oferta de renovación. Hadzikadunic tiene más complicado continuar. A pesar de que ha tenido que jugar tras la avalancha de bajas no ha despuntado y, siendo propiedad del Rostov ruso, parece complicado que repita el próximo curso. Augustinsson regresará a la disciplina del Sevilla y jugadores como Grenier tienen complicado continuar en el club pese a que aún tiene un año más de contrato.
A la consabida marcha de Galarreta al Athletic, se le unirá con toda probabilidad Kang In Lee, por el que no faltarán ofertas. Además del resto de fichajes que hay que realizar, tanto Ortells como el cuerpo técnico deberán pensar qué hacer con futbolistas que regresarán de cesión como Mboula o Llabrés.
