Antonio Sánchez no quiere hacer números para la permanencia. El centrocampista del Real Mallorca, que en Girona actuó como carrilero, lo tiene claro cuando quedan cinco jornadas para el final y acumulan 41 puntos. «Nadie está tranquilo en el equipo, que quiere ir partido a partido e ir sumando. Es verdad que cuanto antes llegue esa cifra que nos dé la salvación matemática estaremos tranquilos para afrontar los últimos partidos», señaló.

El palmesano lamentó la derrota ante los catalanes (2-1). «Conseguimos empatar, que es algo muy difícil fuera de casa y a los pocos minutos nos vuelven a marcar. Son cosas que tenemos que arreglar porque con lo difícil que es un partido, volverte a poner por detrás es complicado, hay que intentar evitarlo», señaló contrariado el canterano, que jugó en Montilivi su partido número cien con la camiseta bermellona. «Es un momento especial para mí porque es con el equipo de mi casa y estoy muy orgulloso», destacó antes de restar trascendencia al hecho de que no jugó en su demarcación natural. «A final soy un jugador de club y, si el míster me necesita, no me queda otra que cumplir. Yo estoy contento por ayudar al equipo», finalizó.