Javier Aguirre completó el pasado lunes en el estadio de Balaídos una Liga completa al dirigir al Mallorca en su partido 38. El balance es de 14 victorias, 16 derrotas y ocho empates, para un total de 50 puntos. Unos números que avalan su buena gestión al frente del equipo desde que fichara el 24 de marzo del año pasado tras la destitución de Luyis García Plaza, que no aguantó en el cargo tras seis derrotas consecutivas y en zona de descenso.

Aguirre, que debutó el 2 de abril del pasado año con derrota por la mínima en Getafe, consiguió 13 de los 27 puntos que quedaban por disputar cuando recaló en la isla. La goleada encajada el 7 de mayo ante el Granada en Son Moix (2-6), a cuatro jornadas para el final del campeonato, parecía definitiva para la suerte del equipo. Pero el empate sin goles en el Sánchez Pizjuán y, sobre todo, la victoria en la penúltima jornada ante el Rayo Vallecano, con gol de Abdón en el minuto 91, permitió llegar a la última jornada dependiendo de sí mismo, un factor casi siempre determinante, pese a sumar los mismos puntos que el Cádiz, 36. Y el equipo hizo los deberes en Pamplona ante un Osasuna que no se jugaba nada (0-2), con goles de Ángel Rodríguez y Grenier.

El fútbol del Mallorca no enamora por su juego, pero sí por la entrega y actitud de los futbolistas

El técnico centroamericano ha sumado en 22 de los 38 partidos que ha dirigido. Siempre con una defensa de cinco, que no modifica bajo ningún concepto, con él al mando prevalece el pragmatismo antes que el espectáculo. El fútbol del Mallorca no enamora por su juego, pero sí por la entrega y actitud de los futbolistas, que suplen otras carencias con una disciplina espartana, como demostraron en Vigo. Tras la victoria en Balaídos, el Mallorca suma 37 puntos a falta de nueve jornadas, y con la permanencia a tiro, que se podría certificar, a falta de que los números lo certifiquen, el próximo domingo ante el Getafe en el Mallorca Estadi Son Moix.