El partido que el Mallorca disputará este domingo contra la Real Sociedad no es uno más. El equipo necesita de forma imperiosa romper la mala racha de resultados en la que se encuentra y para ello los tres puntos ante el conjunto de Imanol Alguacil son trascendentales para la permanencia. El duelo ante los txuri urdin supone todo un reto para Javier Aguirre que, en caso de perder, sería la primera vez que lo hace por tercera ocasión consecutiva desde que es entrenador del Mallorca. En la primera vuelta perdió de forma consecutiva ante el Sevilla (0-1) y Real Sociedad (1-0), pero venció en Mestalla al Valencia (1-2).
El equipo rojillo, que recibirá a la Real Sociedad sin el sancionado Muriqi, una ausencia sensible al tratarse del máximo goleador del equipo con diez dianas, llega al duelo ante los donostiarras tras perder ante el Espanyol en el RCD Stadium (2-1) y, el pasado sábado, contra el colista Elche de manera sorprendente. Una tercera derrota, consecutiva, no solo supondría un hito negativo en la trayectoria de Aguirre como técnico mallorquinista sino que dejaría al equipo tocado y con menos margen de error con respecto a las plazas de descenso, que ahora están a seis puntos.
En los últimos partidos ha desaparecido la eficacia defensiva, lo que se ha traducido en resultados adversos
Si se pierde ante la Real, que llegará a Palma con poco más de 48 horas de descanso tras su partido de Liga Europa ante la Roma de Mourinho, sería la cuarta derrota en los cinco últimos partidos desde que el pasado 11 de febrero cayera 2-0 en el Sánchez Pizjuán ante el Sevilla de Jorge Sampaoli. Entre medias, un único triunfo, ante el Villarreal (4-2) en el Mallorca Estadi Son Moix.
Hasta ahora, el Mallorca de Aguirre se ha mostrado muy sólido y como un equipo difícil de batir al ser fiable en defensa. Pero en los últimos partidos esta eficacia ha desaparecido. Desde que el pasado 5 de febrero el equipo se impusiera al Real Madrid (1-0) con un autogol de Nacho, no ha hecho más que encajar. Dos goles recibió Rajkovic ante el Sevilla, otros dos en la victoria ante el Villarreal, dos más frente al Espanyol y el del ilicitano Lucas Boyé en la sorprendente derrota ante el Elche. Una fragilidad que se está traduciendo en derrotas y que conlleva el retrasar el objetivo de la permanencia. Dada la elevada puntuación de los equipos que están en la zona baja de la clasificación, todo hace prever que esta temporada no serán suficientes los tradicionales 40 puntos, por lo que urge volver a ganar cuanto antes para acercarse al objetivo de los 42 y, sobre todo, romper esta pésima racha de resultados, el reto de Aguirre y sus muchachos.
