Su fichaje en las postrimerías del mercado de invierno despertó una gran ilusión entre el mallorquinismo. Manu Morlanes aterrizaba en el Real Mallorca a préstamo desde el Villarreal, con una opción obligatoria de compra de cuatro millones de euros en caso de permanencia, que podrían llegar a ser cinco según pluses, reforzando un centro del campo que necesitaba más fútbol como el comer. Pero cinco partidos después, su presencia en los planes de Aguirre es insignificante. Tan solo 27 minutos, descuentos al margen, de 450 posibles es el pobre saldo de participación que arrastra el centrocampista maño con la camiseta bermellona.
Tildado como una «apuesta de futuro» y fichaje de club para cubrir la salida de Íñigo Ruiz de Galarreta a final de curso, por el momento parece no haber convencido a Javier Aguirre. Tras su llegada, todo el mundo veía en él el acompañante perfecto del de Eibar en el centro del campo, con Dani Rodríguez pudiendo descolgarse en un ataque que hasta hace pocas jornadas era dominio de Muriqi y Kang In Lee.
Pero el técnico mexicano ha cambiado la manera de afrontar los encuentros, con una propuesta ligeramente más valiente, y eso parece haber perjudicado al futbolista de 24 años. Situando al surcoreano en la línea de tres medios buscando una mayor personalidad con el balón e introduciendo a Kadewere como acompañante del kosovar en ataque, cierra el espacio a los centrocampistas del banquillo.
Si en algo destaca Morlanes es la capacidad de asociación y recuperación, no tanto en finalización, pero en partidos como el de Elche el pasado sábado, en el que los bermellones fueron incapaces de hacerse dueños del balón en la segunda mitad, su presencia podría haber ido ir bien. Y más teniendo a Kang y Dani totalmente sujetos por el centro del campo ilicitano tras el cambio de sistema ejecutado por Pablo Machín.
La irrupción goleadora del de Betanzos en las últimas jornadas también le cierra las puertas a Morlanes. El gallego, de lo mejorcito tras el parón, se ha ganado continuar como titular. Y Galarreta, insustituible en el once, solo deja el campo si tiene molestias.
En las últimas semanas Javier Aguirre, viéndose más liberado en la clasificación, ha apostado por meter más hombres de ataque, modificando ligeramente el sistema. Y en esa tesitura también se ve más penalizado Morlanes, acostumbrado a jugar en la posición de pivote o centrocampista de contención.
Habrá que ver ahora, con los últimos malos resultados, cómo se está apretando la pelea por el descenso y viendo que los próximos compromisos ligueros son ante tres equipos de altura –Real Sociedad, Betis y Osasuna– , si el técnico de Ciudad de México mantiene el mismo esquema o regresa a un centro del campo con la figura de un pivote al uso, buscando mayor empaque en la zona media a la hora de defender.
Allí, futbolistas defenestrados como Baba o Battaglia, que acumulan muchas jornadas sin ni siquiera salir a calentar, podrían tener una oportunidad. Morlanes, mientras, espera su turno como apuesta de futuro.
Fichajes: Hadzi, en blanco; Augustinsson, 79 minutos
Al margen de Morlanes, a los otros dos refuerzos invernales del Mallorca tampoco les está yendo mucho mejor. Dennis Hazdikadunic, que llegó en baja forma, todavía no ha disputado ningún minuto y lo tiene complicado al ser el último central en la lista. Augustinsson, por su parte, disputó 72 minutos ante el Sevilla y 7 ante el Elche, siendo el recambio habitual de Jaume Costa.
