Manu Morlanes, en su debut con la camiseta del Real Mallorca, reconoció sentirse «dolido» porque el equipo aterrizaba en Sevilla «en busca de rascar algo», pero acabó marchándose con una nueva derrota a domicilio: «Nos hemos encontrado con un Sevilla muy fuerte, todos sabíamos del potencial de sus jugadores. A nosotros nos ha costado enlazar una serie de pases y luego, a la desesperada, lo hemos intentado pero no ha podido ser».

El futbolista de 24 años, que entró al terreno de juego en el minuto 63, aseguró tras la derrota que «no hay tiempo para lamentos». «Este equipo ya ha demostrado que hay motivos para creer. Tenemos un colchón que hace que no estemos en una situación de mucha necesidad, así que hay que pensar ya en el siguiente partido», reconoció el jugador bermellón.

Por su parte, el entrenador del Sevilla, el argentino Jorge Sampaoli, destacó su satisfacción por el juego desplegado por su equipo, sobre todo en la primera parte del partido y aseguró que «ojalá» tengan en el futuro «siempre esta valentía». «Estoy contento de cómo se logró la victoria después de la adversidad sufrida ante el Barcelona (3-0). El equipo se levantó, se recuperó, ganó y fue extremadamente superior al rival. Tuvimos todo en la primera parte para ganar por más goles ante un rival que se defiende muy bien y que tiene una buena conducta defensiva. El primer tiempo, de lo mejorcito de la temporada», relató el argentino. El entrenador sevillista recalcó que «el equipo generó un gran apoderamiento en campo rival» y que «se asemejó al equipo» que tuvo «hace unos años», en alusión a su primera etapa al frente del conjunto hispalense.