La hermandad entre el Real Mallorca y Mallorca Palma Futsal es un hecho. Cuando el primero sale lejos de la isla y el segundo afronta una tanda de penaltis, ambos son nefastos.
Si el viernes el equipo de fútbol sala tropezaba una vez más, y ya he perdido la cuenta, en una gran cita a causa de la tanda de penaltis, el equipo de fútbol se ha vuelto una broma fuera de casa.
2-0 en Getafe, 1-0 en Pamplona, 2-0 en Cádiz, 1-0 en San Sebastián (en Copa) y 2-0 en Sevilla arrojan un balance terrorífico de cinco derrotas en cinco partidos sin ni siquiera marcar un gol, algo imposible si no tiras a portería, y es que creo que en esos cinco partidos se ha tirado tres o cuatro veces.
Algo le ha pasado al equipo de Aguirre tras el Mundial de Qatar porque antes del mismo, este Mallorca había ganado en Vallecas, en Valencia y en Villarreal y había empatado en Bilbao y Elche por lo que jugar de visitante no se le estaba dando mal.
Lo cierto es que esa estadística se ha dado la vuelta y algo habrá que hacer porque al Mallorca no le van a permitir jugar lo que queda de temporada todos los partidos en casa, así como el Mallorca Palma Futsal no encontrará otra manera de desempatar en las grandes citas.