El patrón se llevaba repitiendo ya en numerosas ocasiones. El Mallorca salta al verde dormido, desubicado y ausente, algo que solo le permite observar el partido desde la distancia. Si hay suerte, el conjunto bermellón consigue llegar al descanso sin haber encajado un solo tanto, Aguirre lee la cartilla a sus jugadores y en el segundo periodo el equipo impone su fútbol.

El problema es cuando los rojillos llegan al descanso con dos tantos de desventaja ya en el marcador, lo que les ha ocurrido hoy en el Nuevo Mirandilla, entonces, por bien que se hagan las cosas, es muy difícil ya cambiar las tornas del partido. El Cádiz se ha impuesto este mediodía (2-0) al Mallorca con tantos de Bongonda y Álex Fernández, de penalti.

Aunque el conjunto gaditano debió jugar con un futbolista menos sobre el verde desde el minuto 7 de partido, eso no borra la nefasta primera parte firmada por el equipo, que cierra la primera vuelta del campeonato con unos números envidiables, en la décima posición de la tabla, pero con un fútbol que, sobre todo tras el parón por el Mundial, muestra bastantes más carencias que virtudes. El Cádiz sale de la zona de descenso con la victoria y remonta el vuelo.

Clement Grenier recibió el premio a la titularidad tras el gran partido que realizó ante el Celta el pasado fin de semana. El centrocampista francés fue la gran novedad de un once en la que Kang In Lee, ajeno a cualquier polémica, formó en la zona de ataque junto a un ansioso Vedat Muriqi, quien acumula ya cinco partidos de Liga sin ver portería.

El Cádiz salió con ganas. Con muchísimas ganas. Y entre la necesidad y las ganas no tardó en hacerle un traje a medida al Mallorca. A los cuatro minutos se encargaba de enviar un primer aviso. Centró desde la banda Espino, la peinó Negredo y salvó Rajkovic con una gran parada. El ritmo era vertiginoso, el que decidió imponer el Cádiz, y sobre el césped no paraban de pasar cosas.

En el 7 Momo debió ver la roja por una cobarde entrada sobre Grenier, por detrás y con los tacos, al tobillo del francés. Una acción en la que incomprensiblemente no intervino el VAR. Y en el 10, Bongonda finalizó una gran acción colectiva de su equipo para poner el primer tanto en el marcador. Se anticipó Momo sobre Muriqi, combinaron Ocampo y Negredo, y el extremo congolés le ganó la posición a Copete en el área para fusilar a Rajkovic con un disparo cruzado.

El Cádiz estaba empañado en no dejar al Mallorca salir desde atrás y lo consiguió, teniendo prácticamente en todo momento el control absoluto del encuentro. Solo Maffeo parecía interesado en decantar la balanza a favor de los bermellones con sus carreras por banda. Al filo de la media hora, el lateral catalán tuvo el empate en sus botas, tras un mal despeje de la defensa andaluza. Sin embargo la respues del rival no se hizo esperar.

Primero falló Bongonda sin portero, tras un cesión horrible de Copete a Rajkovic, y ennel 34 los de Sergio González se quejaron por una posible mano dentro del área de Valjent. El brazo del eslovaco estaba extendido y ocupando un espacio que no tocaba. Las protestas dieron su fruto. De Burgos Bengoetxea revisó la jugada y decretó pena máxima. Álex Fernández no falló desde los once metros para poner el 2 a 0 en el marcador (min. 38).

Kang In Lee conduce el esférico durante el partido ante el Cádiz. RCDM

En los minutos finales de la primera parte el Cádiz decidió meterse atrás y brindó algo de aire al Mallorca, espacio que los bermellones no supieron aprovechar. Así que para oxigenar algo a su equipo, tras el descanso, Aguirre dio entrada Kadewere por el sancionado Copete. El mexicano vio que había ya poco que perder en el Nuevo Mirandilla, así que apostó por defensa de cuatro y metió pólvora en ataque.

Ambos entrenadores eran conscientes de que los primeros minutos del segundo periodo eran cruciales para el devenir del encuentro. El Mallorca suele entrar dormido en los partidos tras el descanso y el Cádiz está acostumbrado a cortocircuitar tras pasar por vestuarios. Aunque la imagen del conjunto bermellón algo se arregló, la mejoría no fue suficiente. Y tampoco el atino de sus futbolistas.

Kadewere la tiró alta, tras marcharse en velocidad por la banda y plantarse delante de Ledesma. Intervino el portero del conjunto gaditano, también en una buena ocasión de Muriqi, quien tras un buen desmarque, se dio la vuelta y armó un latigazo que desbarató el meta. En el 72, el equipo orquestó una buena contra, que acabó con un disparo flojo y centrado de Kang In Lee. Y ya en el descuento, un disparo de Tino besó la portería del conjunto local. Y ya no se pudo contra, prácticamente, ninguna otra ocasión clara para el equipo que, fuera de casa, es donde más está sufriendo durante el presente curso. El Cádiz subo controlar el partido durante el segundo tiempo, manejar los tiempos y llevarse un triunfo muy importante para sus intereses.