Lago Junior es ya historia del Real Mallorca. La entidad bermellona acaba de anunciar que el futbolista cortamarfileño desvincula su carrera de la del conjunto bermellón. Tras siete años en la isla, el futbolista pone fin a una era que arrancó en enero de 2016, convirtiéndose en el primer fichaje de la etapa de Maheta Molango al frente del club. Su escasa participación durante el presente curso, tan solo ha disputado 48 minutos repartidos en 5 encuentros, ha sido el detonante para que el jugador busque alternativas fuera de la isla. Poco tiempo después, el Málaga hecho oficial su incorporación hasta 2024, con opción a un año más.

Lago, que acababa contrato con el club el próximo mes de junio, era junto a Antonio Raíllo el único futbolista que sobrevive en la plantilla del equipo que descendió a Segunda B en la temporada 2016/17. En sus casi ocho temporadas al frente del conjunto bermellón ha disputado un total de 207 encuentros (176 encuentros de Liga) y ha anotado 36 tantos.

"Mucha suerte y muchas gracias por tu aportación en un tramo ya histórico para nuestro club", le ha agradecido el club a través de las redes sociales.

Llegó en el mercado invernal de la temporada 2015/16 procedente del Mirandés y de la mano de Maheta Molango. Sin peso en el vestuario, pero con las ideas claras, Lago evitó posicionarse dentro de un plantel embargado por los egos. Jamás la afición le pudo discutir su entrega, pero el futbolista tampoco pudo evitar el descenso del equipo a Segunda B.

Junto a Damià Sabater, Pol Roigé y Raíllo, fue uno de los cuatro jugadores que decidió no abandonar el barco y resolver el entuerto en el que había metido al club. De la mano de Moreno, a quien ya conocía de su etapa en el Nàstic de Tarragona, Lago brilló. Vivió un doble ascenso inimaginable y disfrutó de la máxima categoría en un año marcado por el inicio de la pandemia.

En el verano de 2019 firmó su última renovación. El Mallorca apostó por él hasta 2023, convirtiéndose en uno de los jugadores mejor pagados del plantel, pero la marcha de su gran valedor Vicente Moreno, cambió su peso dentro del vestuario.

A las órdenes de Luis García Lago perdió protagonismo. Nunca alzó la voz, pero de su descontento se enteró el mallorquinismo gracias a unas declaraciones de su mujer a través de su cuenta de Instagram: «No es que juegue poco, es que directamente no juega nada». El pasado mercado invernal buscó fortuna en el Huesca en forma de cesión, pero su rendimiento tampoco fue el esperado.

Este pasada verano regresó a la isla y logró convencer a Javier Aguirre, sin embargo el mexicano tampoco le ha dado apenas oportunidades sobre el verde.

En el mallorquinismo deja recuerdos imborrables, como el tanto que asestó en Son Moix al Real Madrid en la temporada 2019/20 y con el que el Mallorca logró endosar la primera derrota del curso al conjunto blanco. También fue protagonista en el ascenso a Segunda, anotando uno de los goles de la victoria frente al Mirandés en el partido de la ida.

Se marcha Lago con 207 partidos y 36 tantos en la liga regular. Cargado de experiencia y sabedor que los mejores años de su carrera futbolística se los brindó al Real Mallorca. En la isla recibió la primera llamada de su selección, cumpliendo uno de los sueños por los que llevaba tantísimo tiempo luchando. Abandona la que ya es su casa, donde nació su hija y donde el mallorquinismo siempre guardará un grato recuerdo del jugador que ha sido y es.