Aritz Aduriz, quien fuera jugador del Real Mallorca entre 2008 y 2010, se incorpora al club bermellón como adjunto a la Dirección Deportiva. El exdelantero vasco de 41 años, que fue internacional en 13 ocasiones durante su carrera, será ahora una de las piezas clave en el equipo de trabajo que capitanea y lidera en la secretaría técnica Pablo Ortells.

Aduriz, quien siempre ha tenido un vínculo muy cercano con la isla y que eligió este destino para vivir con su familia una vez retirado en mayo de 2020, llegó a Mallorca en el verano de 2008 para sustituir a Dani Güiza, que se marchaba al Fenerbahçe.

El delantero marcó 23 goles y fue el máximo realizador del Mallorca en las campañas 2008/2009 y 2009/2010, con Gregorio Manzano en el banquillo. Compartió vestuario con jugadores como Nunes, Martí, Aouate, Borja Valero, Castro y Ramis, con los que rozó la clasificación para la Liga de Campeones.

Aritz Aduriz posa en las oficinas de la entidad mallorquinista. RCDM

Su paso estuvo marcado por los problemas económicos del club, que le impidieron hacer frente al pago de cinco millones de euros acordado con el Athletic por su traspaso. Tuvo que ser la actual propiedad, con Robert Sarver, la que finiquitara la deuda en 2017.

Aduriz dejó cuatro millones en la arcas del Mallorca -y condonó la mitad del salario que le adeudaban- cuando fue traspasado al Valencia, donde marcó un gol para el recuerdo para los ‘barralets’. En la última jornada del curso 2010/2011 marcó un tanto en Riazor con los del Túria, que no se jugaban nada, que fue decisivo para la salvación de los bermellones. Lo celebró a lo grande porque sabía perfectamente que eso ayudaba a sus amigos de la isla. 

Aduriz empezó a jugar en el Antiguoko, en las categorías infantil y juvenil. De ahí pasó, en 1999, al Aurrerá de Vitoria, club convenido del Athletic Club. Finalmente llegó al Bilbao Athletic en la temporada 2000/01. Tras fichar por el Burgos, realizar una gran papel en el Valladolid y regresar a Bilbao para jugar a la sombra de Fernando Llorente, en el verano de 2008, un Mallorca con dinero, tras el traspaso de Güiza al fútbol turco, lo fichó por seis millones de euros.

Delantero centro nato, su fichaje no estuvo exento de cierta polémica, al declarar el club concurso de acreedores y no poder hacer frente al pago de los plazos de su fichaje.

Trabajador incansable, tras dos años revalorizándose en la isla, fichó por el Valencia por cuatro millones de euros en el verano de 2010. Dos años después regresó al Athletic, donde finalizó su carrera antes de lo esperado tras verse obligado a pasar por quirófano para realizarse una intervención en la cadera.

Con la camiseta bermellona disputó un total de 70 encuentros, 69 en la liga regular y 8 en Copa. Anotó 24 tantos y en tan solo dos años se convirtió en uno de los jugadores más queridos por la afición.