Quizá por inesperada, o porque llega justo en el momento que más lo necesitaba, o incluso por el lustroso escenario, pero este no es un triunfo más. El Mallorca asaltó Mestalla con una victoria de prestigio en un partido que empezó perdiendo y que fue capaz de remontar en una segunda parte para el recuerdo (1-2). El gol de Kang In Lee en el minuto 82, en la que ha sido su casa más de media vida, dio tres puntos fundamentales para dar aire a un equipo que necesitaba una alegría de este calibre tras las decepciones de las últimas jornadas, en las que se había quedado sin premio a pesar de merecerlo. Antes Muriqi, de penalti, había logrado igualar un encuentro que se había puesto cuesta arriba tras un inocente penalti de Antonio Sánchez sobre Lino que transformó Cavani. Estos doce puntos saben a gloria y permiten mirar la clasificación con algo más de tranquilidad. El parón por el Mundial es inminente y lo mejor es estar lo más lejos posible de los puestos de descenso.
La primera parte fue difícil de digerir, sobre todo si el que la estaba viendo no era del Valencia o del Mallorca, que se mantuvo descaradamente atrás, incluso más de lo habitual, ante un adversario frustrado por no encontrar espacios. Los rojillos defienden de maravilla, muy juntos, concediendo muy poco y esto se tradujo en que los locales apenas hicieron daño. Alguna internada por la banda de Kluivert, Lino o algún centro de Musah levantaron al público de sus asientos, pero poco más. De hecho, su ocasión más clara tuvo que ser un disparo desde fuera de área de Almeida al que Rajkovic respondió fabulosamente. Es indiscutible el sacrificio y el esfuerzo para proteger la meta de los baleares, que no pararon de correr detrás del balón. El problema para los de Aguirre es que en el fútbol hay que atacar y esto le cuesta horrores. Siempre con muy pocos efectivos y muy lejos de la meta del adversario, se hace muy difícil. Y más si el equipo se muestra tan impreciso como en el acto inicial. Con el balón estuvo torpe, sin fluidez y por eso apenas hizo daño. Nada hacía sospechar en ese momento el desenlace del choque, cosas del fútbol. Eso sí, otro gallo hubiera cantado si Kang In Lee hubiese marcado en el minuto trece. Mamardashvili no pudo blocar el balón tras un centro de Maffeo y el surcoreano metió la cabeza, pero el portero georgiano reaccionó con rapidez para repeler el remate.
Al Mallorca le faltaba elevar su ritmo con la pelota, quizá era uno de sus peores duelos en ese aspecto. Solo en un error entre centrales, que se liaron a la hora de despejar, posibilitó que Muriqi estuviera a punto de rematar en el corazón del área, pero se quedó con las ganas.
La segunda parte no pudo empezar peor. En una contra lanzada por el Valencia tras un córner a favor de los visitantes, Antonio Sánchez cometió un absurdo y evitable penalti al meter la pierna cuando Samuel Lino se colaba en el interior del área. Está claro que el valencianista lo buscó y el canterano, que nada más oír el silbato del árbitro se desesperó, mordió el anzuelo. Y el ‘matador’ Cavani hizo gala a su apodo para fusilar a Rajkovic y poner a su equipo por delante.
Este 1-0, y más viendo los precedentes, daban motivos para ponerse a temblar. Pero Aguirre, contrariamente a lo que había hecho en otras ocasiones, reaccionó rápido en una decisión que cambiaría el encuentro y que puede ser un punto de inflexión para la temporada. Apostó por una defensa de cuatro, sin Copete, e introdujo a Baba, Dani y Amath. Y eso le dio otro aire al Mallorca, que ya probó fortuna con un obús del gallego que despejó Mamardashvili. La movilidad de Amath empezó a dar problemas a la zaga local, con Kang In Lee pegado a la banda. Y precisamente el senegalés, al que le anularon un gol en la derrota ante la Real Sociedad (1-0) en la anterior jornada, provocó un penalti en una de sus descaradas internadas. Es cierto que Nico mete la bota de forma inocente, pero el colegiado no lo dudó. Y Muriqi, que volvió al once tras dos partidos de sanción, se quitó la espina del error en Elche para marcar desde los once metros.
El Mallorca había hecho lo más complicado y ahora debía resistir como fuera... o buscar el segundo. Y hubo ocasiones para ambas opciones. Galarreta, imprescindible en este equipo incluso cuando no está fino, disparó con el alma y el meta despejó como pudo. Gattuso introdujo la artillería pesada con la entrada de Hugo Duro y Marcos André, pero el que tuvo la ocasión fue Cavani, que con un tiro duro y seco obligó a lucirse a Rajkovic.
Daba la impresión de que iba a sufrir de lo lindo en este tramo final, pero el guion le tenía reservado una sorpresa especial. Dani, que lo hizo todo bien desde su entrada, sirvió un buen balón a Kang In Lee, que controló, recortó y con la zurda, casi en estático, destrozó la portería del Valencia. El asiático pidió perdón después de celebrarlo como un loco porque no quiso olvidar que se ha formado en Paterna. El Mallorca lo celebró a lo grande, jugadores del banquillo incluidos, porque este 1-2 era oro puro.
Pero todavía quedaba tiempo y Mestalla apretaba. Y más cuando el árbitro decidió, una vez en el noventa, prolongar la friolera de ocho minutos. Y en este tiempo aguantó el chaparrón, con orden y oficio e incluso Amath pudo anotar el tercero, pero su tiro se fue desviado. Esta vez hubo premio. Ya tocaba.
VALENCIA: Mamardashvili Thierry, Diakhaby (Cenk, min.3), Paulista, Gayà, Nico (Guillamón, 68) min, Musah, Almeida (Hugo Duro, min.73), Kluivert (Marcos André, min.73), Lino y Cavani.
MALLORCA: Rajkovic, Maffeo, Valjent (Nastasic, 75), Raíllo, Copete (Dani Rodríguez, min. 54), Jaume Costa (Gio, min. 78), Battaglia (Baba, min.54), Galarreta, Antonio Sánchez (Amath, min. 54), Kang In Lee y Muriqi.
GOLES: 1-0: Cavani marca de penalti (min.51); 1-1: Muriqi anota también de penalti (min.65); 1-2: Kang In Lee dispara con la zurda tras un regate y marca. (min.82).
ÁRBITRO: Sánchez Martínez (Comité Murciano).
T. amarillas: Battaglia (min.15), Muriqi (min.59), Dani (min.85), Guillamón, min.91), Raíllo (min.91),
T. rojas: No mostró.
