El Valencia de Gennaro Gattuso está haciendo muchas cosas bien en este inicio de temporada y las sensaciones de un proyecto tan joven son mayoritariamente buenas. Sin embargo, hay asignaturas pendientes que están lastrando los resultados del equipo y, por lo tanto, a nivel clasificatorio. De todas ellas, la más grave es la pérdida de rendimiento en las segundas partes. La del Pizjuán no fue ni la primera ni la segunda vez que el Valencia perdió todo o casi todo el trabajo adelantado en los primeros cuarenta y cinco minutos. Sin ir más lejos, en los últimos cuatro días el equipo ha sumado solo dos puntos en total en dos partidos que dominó, tanto en juego como en el marcador, al término del primer tiempo. 

El entrenador del Valencia, hasta en dos ocasiones, ha explicado que no achaca este factor a una cuestión física ni mental. Sí ha mencionado en alguna ocasión la poca experiencia de sus jugadores en comparación con casi todos los equipos de LaLiga y también cuestiones tácticas que competen a su persona. Sea cual sea el motivo, lo que está claro es que el italiano debe encontrar una solución cuanto antes si no quiere perder el ‘tren europeo’. A pesar de que Gattuso, al ser preguntado sobre posibles objetivos, no quiere ni oír hablar de Europa, la realidad es que el Valencia concluyó la jornada ocho en puestos de Conference League y, si hubiera rematado los partidos ante Elche y Sevilla, el botín clasificatorio sería incluso más importante.

Sin embargo, esta losa para el Valencia no es una cuestión de dos jornadas. El problema es palpable desde la jornada uno, aunque sobre todo ha afectado directamente en cuatro jornadas. La primera de ellas, en la tercera fecha de competición ante el Atlético de Madrid. El equipo salió enchufado desde el minuto uno y superó a los rojiblancos. El planteamiento de Rino superó al del Cholo pero la falta de puntería impidió que el luminoso reflejara un resultado a favor. Tras el pertinente descanso, el guion de la película fue cambiando poco a poco hasta que el Atlético se hizo con el control definitivo del choque. Además, el cuadro rojiblanco sí tuvo el acierto que le faltó a los locales y un gol de Griezmann se llevó los tres puntos al Metropolitano

La otra fecha marcada en el calendario fue el partido ante el Espanyol. En Cornellà, aunque la forma fue distinta, el fondo fue el mismo. El Valencia llevó ligeramente la voz cantante en los primeros cuarenta y cinco minutos y, de nuevo, no lo tradujo en al menos un gol. Sí lo hizo al comienzo de la segunda mitad, pero con el paso de los minutos los viejos fantasmas hicieron mella en los jugadores de Gattuso. El Espanyol creció en el partido y remontó el marcador. Con el partido prácticamente perdido, una jugada de mucha fortuna permitió al Valencia rescatar un punto en el último suspiro. 

Sevilla - Valencia Julio Muñoz

Elche y Sevilla, los últimos afortunados

Los dos últimos tropiezos duelen más, además de ser más recientes, porque la sensación de superioridad en la primera parte impedía de todas las maneras pensar en un bajón tan visible en la segunda. Especialmente en el choque frente al Elche, en el que el equipo pudo haberse marchado goleando al descanso y, sin embargo, dejó el partido vivo. El varapalo del Pizjuán todavía escuece, sobre todo porque el penalti a favor en el último minuto pudo haber tapado una nueva segunda parte para olvidar.

Así pues, Gattuso y su equipo ya tienen más que identificado el problema que les está impidiendo subir en la tabla hasta posiciones más importantes y durante las próximas será uno de los principales puntos a mejorar.