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Opinión

Es una barbaridad anular ese gol, por Sebastià Adrover

Rodrigo Battaglia, durante el partido en el Reale Arena. Europa Press

Tiene razón Javier Aguirre cuando dice que está teniendo la misma sensación al finalizar los últimos partidos. Su Mallorca compite contra cualquiera, da la cara, pero por una cosa u otra se queda con la miel en los labios. Y no hay que olvidar que lo único importante son los puntos, sobre todo para un equipo que sufre de lo lindo para obtenerlos. Sin embargo, hay un matiz importante. Lo que sucedió ayer en el Reale Arena es para estar indignado.

Porque es imposible saber si los bermellones se hubieran llevado un empate ante una Real Sociedad que le sale todo bien, pero lo que no se puede negar es que el tanto de Amath tendría que haber subido al marcador. Ya lo dice todo que el colegiado tuviera que verlo veinte veces, a instancias del VAR, para anularlo. Esta herramienta estaba para despejar dudas en las acciones clamorosas, que no es el caso. Por eso es una barbaridad que decidiera volver atrás y dejar al Mallorca sin premio y a una afición indignada, otra vez. 

No hay motivo para activar las alarmas ni perder la cabeza, pero es evidente que estos nueve puntos en diez jornadas son pocos y ahora llega otra salida complicada en Mestalla antes de recibir al Espanyol en Palma. No está la cosa para seguir perdonando porque, de lo contrario, irse con la cabeza alta de los partidos será un triste consuelo.

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