Diario de Mallorca

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PRIMERA DIVISIÓN

Elche-Mallorca: El partido más loco

En el encuentro, que arrancó con media hora de retraso por la intensa lluvia que sacudió el estadio, se vivieron dos penaltis, dos expulsiones y un sinfín de contratiempos que provocaron que el partido se convirtiera en un auténtico sinsentido

Los jugadores del Elche piden explicaciones al colegiado del encuentro tras la pena máxima señalada a Badía sobre Raíllo. Biel Alino

Aderezado en gran parte por la controvertida actuación arbitral, el Elche-Mallorca que cerró este lunes la jornada 8 de competición fue un encuentro de auténtica locura, un sinsentido de partido desde minutos antes de que arrancara hasta su conclusión. El duelo, que finalizó con empate a uno, pudo decantarse para cualquiera de las partes, pero fue el conjunto bermellón el que acabó pidiendo la hora en el Martínez Valero ante la dura presión de los locales. ¿Qué llevó a que el encuentro se convirtiera en un frenesí de acontecimientos?

La tormenta perfecta en Elche

Justo una hora antes de que arrancara el encuentro, una intensa lluvia, que vino acompañada por fuertes rayos y truenos, sacudió Elche y el Martínez Valero. La tormenta provocó el apagón, en varias ocasiones, del estadio ilicitano e hizo que, durante muchos minutos, peligrara la celebración del encuentro. Los jugadores no pudieron salir a calentar a la hora prevista y LaLiga se vio obligada a retrasar el inicio del partido media hora. Poco a poco la lluvia fue amainando y el césped drenó a las mil maravillas la gran cantidad de agua que cayó. Alguno de los daños colaterales del fuerte temporal fue el VAR. Falló la comunicación entre el videoarbitraje y la sala VOR, por lo que tuvo que ser el cuarto árbitro el que se comunicara con esta por vía telefónica.

La ocasión de Muriqi a los 35 segundos

Se llevaban tan solo 35 segundos de encuentro cuando Vedat Muriqi se encontró en un cara a cara con el guardameta del Elche, Edgar Badia, que no supo aprovechar. El futbolista kosovar recibió un balón cabeceado por Galarreta, lo bajó con el pecho y definió de volea con un disparo mordido que el portero catalán logró despejar sacando la pierna. Este inicio trepidante del encuentro fue solo el primer aviso de todo lo que venía por delante.

El colegiado pitó dos penaltis a favor del Mallorca, el primero después de que Bigas pisara a Antonio Sánchez en el área. Biel Alino

Los dos penaltis a favor

El colegiado del encuentro señaló dos penas máximas a favor del Mallorca en el partido disputado en el Martínez Valero. La primera se produjo en el minuto 8, después de que el exbermellón Pedro Bigas pisara a Antonio Sánchez en el área. El ‘10’ hizo intención de querer tirar el penalti, pero fue Muriqi quien asumió la responsabilidad. Badía adivinó el lanzamiento del kosovar, sacando una mano prodigiosa para despejar el esférico a córner. 

El segundo penalti tuvo lugar en el minuto 69, este mucho más controvertido que el anterior. Badia tumbó a Raíllo en un intento de salida con los puños y el colegiado castigó la acción señalando otra vez pena máxima. Nuevamente Muriqi, mostrando una gran personalidad, cogió el balón y se dirigió a los once metros. El delantero rojillo mandó el esférico a la escuadra para firmar las tablas en el luminoso.

Las dos expulsiones

Corría el minuto 60 de partido. Lucas Boyé acababa de entrar en el verde en sustitución de Ponce y el futbolista argentino propinó una patada durísima, a la altura de la rodilla y con la plancha por delante, a Martin Valjent. Aunque en un primer momento Pizarro Gómez sancionó la falta con tarjeta amarilla, el VAR le hizo cambiar de opinión y mandó al futbolista del Elche de camino a los vestuarios a falta de media hora para que finalizara el encuentro. 23 minutos después fue el Mallorca el que perdió un efectivo sobre el verde. Pere Milla se fue al suelo al recibir un golpe de Muriqi en la cara cuando el balón estaba todavía en la banda. Nuevamente el videoarbitraje intervino para que el punta kosovar sufriera su primera expulsión desde que milita en la liga española.

Pizarro Gómez expulsó a Lucas Boyé por una dura entrada sobre Valjent. Biel Alino

La roja que no vio Grenier

El Mallorca pudo fácilmente acabar el partido con un futbolista menos si, en el minuto 73 del encuentro, el colegiado del partido hubiera usado la misma vara de medir en todas las faltas. Grenier, que apenas llevaba diez minutos en el campo, le clavó los tacos a Guti sobre la altura del muslo. En esta ocasión la sala VOR no llamó al colegiado, que castigó la acción únicamente con una tarjeta amarilla. 

Al árbitro se le fue de las manos el encuentro

Aunque en la primera parte Pizarro Gómez no tuvo muchos problemas para arbitrar el partido, todo se descontroló con el arranque del segundo periodo. El encuentro se ensució y varios jugadores tuvieron sus más y sus menos sobre el verde. El colegiado mostró un total de doce tarjetas, aunque siete de ellas fueron por motivos ajenos al juego. Castigó una celebración, mostró amarilla a un futbolista por «no obedecer» e incluso amonestó al técnico bermellón Javier Aguirre por salir del área técnica, aunque cabe resaltar que el mexicano ya había sido advertido por el cuarto árbitro en numerosas ocasiones.

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