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Fútbol

Clamor contra Tebas y el Mallorca

La afición se indigna por el insoportable calor que se vio obligado a aguantar ante el Girona y carga contra el club por las largas colas para hidratarse

Un mallorquinista se protege del sol con un paraguas en Son Moix. RCDMALLORCA

La indignación del mallorquinismo contra LaLiga ha trascendido la decepción por el empate ante el Girona (1-1). El hecho de que fijara el encuentro para el sábado a las 14 horas, cuando estaban previstos más de treinta grados en Son Moix, con un setenta por ciento de humedad, ha provocado la ira hacia su presidente, Javier Tebas, y ha salpicado al propio club. No entiende que, a pesar de que era evidente que el calor iba a ser insoportable, la patronal no decidiera cambiarlo a más tarde, con una temperatura más suave. 

Fueron muchos de los 13.390 espectadores que acudieron al encuentro que se quejaron públicamente a través de las redes sociales sobre una decisión que tiene una difícil defensa. Algunos sufrieron golpes de calor, otros mareos y, por supuesto, quemaduras al tener que estar bajo el sol sin la posibilidad de resguardarse durante la disputa del encuentro. De hecho, muchos hinchas se vieron obligados a llevarse crema solar, como si fueran a la playa, así como también gorras y hasta paraguas para protegerse.

Los seguidores consideran una temeridad y una falta de respeto una decisión que ponía en peligro su integridad física al programar el duelo a las dos de la tarde de un 3 de septiembre. El Mallorca pidió que se cambiara la hora, pero LaLiga lo desestimó de inmediato. De hecho, la entidad volverá a reclamarlo para el duelo programado para el 17 de septiembre ante el Almería si las previsiones de temperatura también son altas. 

Además, el club no ha salido bien parado de lo que sucedió el sábado en el estadio, ni mucho menos. En la previa había anunciado que los botellines de agua se rebajarían a un euro y que se regalarían gorras, pero la realidad es que no todos pudieron acceder a ella, al menos de forma cómoda. Por ejemplo, el hecho de que en la Tribuna Cubierta solo hubiera dos puestos de bares abiertos provocó largas colas, en algunos casos de más de veinte minutos, que enfadaron a los aficionados, que no podían llevar el agua desde sus casas. Por ello la sensación de frustración e indefensión de muchos seguidores bermellones quedó patente en Son Moix. Hay voces que echan de menos que el club protestara de forma oficial, o al menos mostrar una repulsa pública, por el hecho de tener que jugar a las 14 horas. Eso sí, los profesionales sí alzaron la voz ante los periodistas tras el partido. El que habló más claro fue Rodrigo Battaglia. «Hay que reflexionar, somos seres humanos, no robots, no me parece lógico, esto se excede. Sufrimos mucho el calor y eso es peor para el espectáculo», comentó molesto el centrocampista del Mallorca. 

Su técnico, Javier Aguirre, tampoco se mordió la lengua. «No diría que es criminal jugar a esa hora. No estaría bien usar esa palabra pero ese horario va en detrimento del espectáculo. Los jugadores terminaron empapados con temperaturas de 31 y 32 grados, que llegan a los 38 con la humedad», indicó antes de ir a más en su argumentación. «LaLiga tendría que pensarlo, debería ser un poco más juiciosa. Entiendo el dinero que puede haber detrás, entiendo al Madrid y su descanso al jugar competiciones europeas, lo valoro y soy el primero en apoyarlos, pero de nuevo aquí a las dos contra el Almería, es demasiado», reflexionó contrariado. Seguro que la afición está de acuerdo.

Quejas por tener el kiosko de Son Bibiloni cerrado al mediodía

Los aficionados bermellones que ayer acudieron a Son Bibiloni para presenciar el encuentro del Mallorca B frente al Hércules (0-0) se quejaron en las redes sociales de que el club no había abierto el kiosko para poder comprar bebidas. Todo un contratiempo ya que la temperatura superaba los treinta grados y no había otra forma de hidratarse para presenciar el encuentro, que se disputó a las 12 horas en la ciudad deportiva.

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