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PRIMERA DIVISIÓN

El Real Mallorca: Una defensa sin ataque

A menos de una semana para que arranque el campeonato, el conjunto bermellón evidencia serios problemas en la línea ofensiva mientras presume de un sistema solidario y rocoso atrás

El once por el que puede apostar Aguirre en el primer partido de LaLiga. TONI ESCOBAR

Poco más de un mes ha transcurrido desde que el Real Mallorca arrancara la pretemporada allá por principios de julio. El conjunto bermellón, con un plantel casi calcado al que salvó la categoría el pasado curso, afronta ahora la última semana de preparación. San Mamés está a la vuelta de la esquina y el próximo lunes el Athletic Club medirá el verdadero estado de forma de los pupilos de Javier Aguirre. 

Será ante un rival exigente y en un feudo complicado donde el técnico mexicano calibrará las necesidades y virtudes de los suyos, unos aspectos que ya se han dejado entrever en los seis amistosos que ha afrontado el equipo durante el último mes. El Mallorca ha evidenciado claros problemas en la línea ofensiva, pero ha mostrado mucho orden en defensa. La pretemporada, además, ha hecho resurgir la mejor versión de varios de los futbolistas, pero también ha señalado los primeros descartes.

A favor

Aguirre ha hecho de su Mallorca un equipo consistente, serio y férreo en defensa, la que es sin duda la mayor de sus virtudes. En la media docena de encuentros que han afrontado, los rojillos tan solo han encajado un gol y fue de penalti ante un equipo de la Champions League como el Nápoles. El preparador bermellón ha vuelto apostar, como ya hiciera en la mayoría de los encuentros que dirigió la pasada temporada, por una defensa de cinco con tres centrales y dos carrileros, pero más allá del esquema, ha conseguido inculcar a sus futbolistas un sistema solidario y rocoso, donde prima la generosidad y donde hasta el jugador más adelantado ayuda en labores defensivas. Dejar la portería a cero es la premisa y, por ahora, la han cumplido a la perfección.

El equipo se ha reforzado con pocas caras nuevas hasta la fecha, solo Rajkovic y Copete, además de conseguir la continuidad de Grenier, Battaglia, Maffeo y Muriqi. En principio todos estos jugadores están llamados a ser parte de la columna vertebral del equipo, pero sin duda las dos incorporaciones que más han agitado e ilusionado a la afición han sido la del meta serbio y el punta kosovar. El Mallorca tuvo muchos problemas para cubrir dichas puestos el pasado curso, por lo que se espera que ambos jugadores se conviertan en dos piezas imprescindibles en los planes de el ‘Vasco’.

La pretemporada también ha deparado el resurgir de futbolistas que acabaron el pasado curso muy por debajo de sus posibilidades. Kang In Lee o Dani Rodríguez son dos de las piezas que se han reivindicado durante los amistosos. El surcoreano ha dotado de desequilibrio y verticalidad al equipo en la faceta ofensiva, mientras que el de Betanzos, que en el esquema del preparador mexicano se ha visto obligado a desplazarse al centro del campo, es el jugador que hasta el momento más ha aportado en la creación del juego y en la lectura de los espacios. Otras de las buenas nuevas ha sido la del papel que los canteranos han desarrollado durante este mes de preparación. Futbolistas como Leo Román o Llabrés se han reivindicando y no han desentonado en un equipo donde tienen el futuro asegurado. 

En contra

No todo durante la pretemporada han sido aspectos positivos. El Mallorca ha tenido muchísimos problemas para generar ocasiones durante los amistosos. Más allá del encuentro frente al Kraków, equipo de la cuarta división polaca al que endosó tres tantos, el conjunto bermellón ha evidenciado falta de fluidez e imaginación en la línea creativa, ausencia de rapidez a la hora de ejecutar ideas y poca intención o ninguna de colocar centros al área. Falta agresividad y atino y sobran pérdidas de balón en un centro del campo donde Baba ha mostrado no estar a su mejor nivel. El equipo se ha mostrado inofensivo en ataque en demasiadas ocasiones, sobre todo ante una UD Ibiza, última prueba del verano, ante la que prácticamente no se lanzó a puerta. Muriqi desesperaba ante la improductividad ofensiva de sus compañeros. 

Otra de las necesidades del equipo es la de la falta de un fondo de armario, así como refuerzos que eleven el nivel. Ahora mismo Aguirre cuenta con un equipo titular para plantar cara en Primera, pero necesita urgentemente refuerzos para el banquillo, mientras la dirección deportiva trabaja con pies de plomo. El equipo necesitaba un lavado de cara tras firmar una temporada renqueante, pero además de no hacerse, hay muchas posiciones que no tienen un repuesto de garantías, comenzando por el centro de la defensa, pasando por el centro del campo y finalizando en la zona ofensiva.

El último aspecto negativo ha vuelto a ser el del capítulo de las lesiones con dos futbolistas que el año pasado apenas pudieron participar junto al resto de sus compañeros. Dominik se produjo una torcedura del pie durante el primer entrenamiento en tierras austriacas. El esguince parecía no revertir mayor gravedad, pero desde entonces el meta eslovaco no ha podido disputar ni un solo minuto. En una situación parecida se encuentra Amath. Al senegalés se le ha vuelto a reproducir una infección en el pie derecho que, seguramente, le mantendrá apartado del verde durante uno o dos meses. A ello cabe sumar molestias musculares de algunos futbolistas y la torcedura de tobillo de Franco Russo que deja a la defensa bermellona en ascuas.  

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