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Primera División

El Real Mallorca de Luis García y el de Vicente Moreno, un paralelismo preocupante

El conjunto bermellón calca al de la temporada 2019/20 en fragilidad defensiva y falta de gol, aunque tiene un punto más y todavía no ha estado en puestos de descenso -Los de Luis García ganan menos, pero empatan más

Los jugadores del Mallorca, alineados antes del lanzamiento de una falta en el partido ante el Celta.

«No hemos estado todavía ni una sola jornada en descenso». Este argumento irrefutable, empleado por Luis García al ser cuestionado durante la temporada sobre la marcha del Mallorca en Liga, es la gran baza defendida para mantener la esperanza de que la historia del curso 2019/20, que acabó en descenso a Segunda, no volverá a suceder. Pero lo cierto es que, al paso por la jornada 27 del campeonato, ambos conjuntos presentan unos números similares en las áreas y en la puntuación, aunque diferentes en la manera de lograrlos y en la posición en la tabla.

 El miedo a que de nuevo la aventura en Primera División sea cosa de solo una temporada vuelve a flotar en el aire. Las cuatro derrotas seguidas (ocho en diez partidos) y la malas sensaciones que transmite el equipo bermellón traen de vuelta los dolorosos recuerdos de la campaña de Moreno en el banquillo de Son Moix. 

El actual Mallorca ocupa la decimosexta posición, con 26 puntos, a dos de la zona de descenso, mientras que hace dos campañas eran decimoctavos con 25 unidades, a una de la salvación. Un aspecto clave y en el que sale ganando sin lugar a duda, ya que en la 2019/20 el Mallorca ya había estado entre los tres últimos nueve veces. Además, justo tras la jornada 27, con el triunfo en Eibar, el fútbol, al igual que el resto del mundo, se vio sacudido por la pandemia del coronavirus, lo que detuvo la competición tres meses e interrumpiendo su mejor estado de forma. 

La manera de llegar a esa situación en la clasificación también ha sido diferente. Curiosamente, el equipo de Luis García ha conseguido menos victorias (6) que el de Moreno (7), pero más empates ( 8 por 4) y por lo tanto, menos derrotas (13 por 16). Si algo acusó el Mallorca de hace dos temporadas fue ser incapaz de remontar un resultado adverso, impidiendo poder sumar un punto de tanto en cuanto que hubiese sido clave a la hora de lograr la permanencia. 

 Si hay una estadística semejante y que sirve para explicar sus posiciones en la tabla es la falta de productividad en las áreas, tanto ofensiva como defensivamente. El actual Mallorca acumula 26 goles a favor –el segundo menos anotador de la Liga–, mientras que la plantilla que dirigió Moreno sumaba 28 a estas alturas de campeonato. A nadie se le escapa que el gol no es la mayor virtud de la plantilla actual, en la que Salva Sevilla es el pichichi con cuatro goles y en la que los tantos de todos sus delanteros suman solo ocho. En el equipo dirigido por el de Massanassa había un claro dominador en la faceta goleadora: Ante Budimir. El atacante croata, que acabaría la temporada con trece dianas, ya llevaba nueve en su cuenta personal. 

En el aspecto defensivo, la última derrota en Vigo (4-3) ha desnivelado por la mínima la balanza a favor del técnico valenciano. Hace dos cursos el Mallorca había encajado 44 goles, uno menos que los que lleva actualmente. 

El camino de la 2019/20 que llevó el Mallorca a Segunda se gestó en una terrible vuelta tras la reanudación del campeonato, sumando solo dos victorias y dos empates más, concluyendo el año con la pobre cifra de 33 puntos. Los de Luis García siguen siendo mejores en los números que importan, los que marcan quién se salva y quién no, pero el paralelismo es evidente y debe servir como espejo en el que no reflejarse. 

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