Grabar, entrenar y viajar con el equipo. Así de intensas fueron las primeras horas de Sergio Rico como nuevo jugador del Mallorca para lo que resta de temporada, tras acordar la entidad con el PSG su cesión sin opción de compra.
Tras aterrizar en la isla este jueves por la tarde, el futbolista nacido en Sevilla, primer fichaje en el mercado de invierno del club bermellón, superó con éxito el reconocimiento médico en la mañana de ayer antes de estampar la firma en su nuevo contrato. A continuación, tocó grabar un spot junto a aficionados para que el club anunciase su fichaje en redes sociales, para luego vestirse de corto y entrenar junto al resto de sus nuevos compañeros. Tras departir amistosamente con Luis García, fue recibido con un tradicional pasillo de ‘collejas’.
Tras ello, y al estar listo para jugar, está incluido en la lista de convocados para el encuentro de esta tarde en La Cerámica ante el Villarreal. Su idea, y por ello ha escogido la opción del Mallorca, es ser importante desde el primer momento y ayudar en el objetivo de la permanencia. «Agradezco al club que hayan confiado en mí para afrontar esta etapa en el club hasta final de temporada. Todo el mundo me ha acogido de maravilla y tengo ganas de empezar a ayudar al equipo y que consigamos ese objetivo común que es la salvación», afirmó en declaraciones recogidas por el club.
El guardameta, que lucirá el 25 de Hoppe, se definió como un «un portero sobrio, que le da tranquilidad al equipo en defensa. Espero poder ayudar en todo lo posible, que cojamos firmeza en la parte de atrás y sumar puntos que es lo más importante». Lo cierto es que, a pesar de venir de una temporada prácticamente en blanco, el guardameta arrastra una gran trayectoria a sus espaldas en el fútbol español y europeo.
Formado en la cantera del Sevilla, debutó en el primer equipo hispalense con tan solo 21 años en la temporada 2014/15. Su irrupción en la máxima categoría fue meteórica, con la consecución de dos títulos de Europa League de manera consecutiva.
Tras cuatro temporadas siendo el guardameta titular del equipo, recaló en el Fulham de la Premier League. La temporada 2019/20 se incorporó a las filas del PSG de la Ligue One. Tras no disponer de oportunidades suficientes en el conjunto parisino, recala en el Mallorca buscando minutos en una posición que ha estado discutida toda la temporada ante el bajo nivel de Reina y las lesiones de Greif.
