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Opinión

La NBA condena al buen patrón | Por Matías Vallés

Robert Sarver.

Os pago un montón de dinero para que aguantéis mi mierda». La frase atribuida a Robert Sarver por ejecutivos no identificados de los Phoenix Suns encajaría a la perfección en El buen patrón, donde el empresario estadounidense está interpretado por Javier Bardem. El análisis de que «estos negratas necesitan un negrata», tal vez la mayor ofensa imaginable en Estados Unidos, también está traducido al castellano en la película, con un empleado musulmán.

Las denuncias recogidas por el canal ESPN contra Sarver no son definitivas, pero la NBA condena al dueño de los Suns al considerarlas «extremadamente graves» y contratar en cinco minutos un bufete de abogados, qué casualidad. Sin embargo, Arizona está a más de nueve mil kilómetros de distancia, por lo que las incógnitas se reducen aquí a un elemental ¿puede Sarver continuar al frente del Real Mallorca?

En los tiempos de Gil y Gil como fuerza dominante en LaLiga, el americano ni siquiera sería el más racista y machista de la competición. Los tiempos han cambiado, pero cabe recordar que el estadounidense no es solo el dueño absoluto del Mallorca, sino su salvador con decenas de millones de euros por testigo.

¿Permitirán las feministas autoridades locales que Sarver siga usufructuando Son Moix? El nexo entre Suns y Mallorca es el secretismo, una política ponzoñosa. Cuando se advierte que las iniciales del lema del equipo de Phoenix componen la palabra ‘Family’, se recuerda el eslogan favorito del otro buen patrón, «somos una familia».

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