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Análisis | Héroe y villanoen Mestalla

El héroe y el villano son dos conceptos que habitualmente son opuestos pero que ayer en Mestalla son aplicables al mismo protagonista, probablemente cosas que solo pasan en el mundo del fútbol. En el minuto 32, Kang-in Lee hace una jugada estelar en la línea de fondo para dar el pase del primer gol que le convierte en el gran protagonista del partido por aquello de su vuelta a ‘casa’. Pero en la segunda parte, el surcoreano vuelve a ser protagonista en sentido contrario para los intereses de su equipo al cometer una falta evitable fruto de una motivación extra por su condición especial de visitante. Esa falta le supuso la segunda tarjeta amarilla y por consiguiente la expulsión dejando a su equipo con diez casi toda la segunda parte. Ya avisó Luis García Plaza en la previa al anunciar que en casos como los de un jugador que llega a un equipo de niño para marcharse muchos años después y regresar como visitante puede tener dos resultados: jugar muy mal superado por la presión o hacerlo muy bien y ganarte el partido. Curiosamente, Kang-in Lee aplicó las dos cosas: se echó el equipo a la espalda y lo puso ganando para después, superado por el ambiente, caer en la precipitación que le mandó a la calle. Y del 0-2 al 2-2 en el minuto 98.

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