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Fútbol

El Mallorca se pone a un punto de Primera

El Mallorca encarrila ante 4.086 desatados aficionados el ascenso a la máxima categoría al tumbar al Alcorcón con goles de Abdón, de penalti señalado por el VAR, y Salva Sevilla, con una vaselina sublime

Abdón celebra con Oliván, Sevilla y Russo el gol ante el Alcorcón.

El Mallorca está a un punto de la Primera División. La gloria está en la yema de los dedos tras el triunfo, en un encuentro poco vistoso, ante el Alcorcón gracias a los goles de Abdón, de penalti, y Salva Sevilla. Los 4.086 privilegiados espectadores que pudieron acudir al estadio 441 días después rugieron de lo lindo para festejar que volvían a estar cerca de un equipo que les volverá a instalar en la elite. Y para eso las cuentas son sencillas. De hecho, puede firmar el ascenso sin necesidad de puntuar en Tenerife el próximo miércoles si el Almería, un día antes, no gana en su visita a Cartagena. Si los andaluces vencen, a los de Luis García Plaza les bastaría un empate en el Heliodoro para descorchar el cava. 

Todo un éxito para este grupo de jugadores y cuerpo técnico que anoche disfrutaron del cariño de un mallorquinismo desatado. No es para menos. «A Primera, a Primera», rugieron las gradas emocionadas por haber dejado de estar solas y por el tremendo reto que se está a punto de cumplir. El círculo de los jugadores abrazados en el centro del campo nada más acabar evidencia que ya eran conscientes de la gesta que están a punto de conseguir. 

Y eso que el Mallorca no empezó nada fino porque tenía problemas para tener el balón, que no le duraba nada, ante un rival que mordía. Es lógico, a los madrileños les iba la vida en ello, pero no deja de sorprender que un equipo que lucha por evitar el descenso le arrebatara la posesión con tanta facilidad. Eso sí, eso tampoco se tradujo en un peligro serio para la meta de Reina. Solo un error de Russo al no despejar un balón asustó porque Dani Ojeda le robó la pelota y su centro al corazón del área ha sido despejado, de forma providencial, por Valjent. Los bermellones no están cómodos cuando hay tantas interrupciones, tanta tensión. Pero poco a poco se han ido entonando, sin un juego fluido, quizá echando de menos el dinamismo de Galarreta, sorprendentemente en el banquillo. 

Dani Rodríguez probó fortuna con un tiro alto desde la frontal, pero el primer aviso serio llegó tras un gran pase del gallego a la espalda de la zaga visitante que Amath recogió para el lucimiento de Dani Jiménez, que blocó el tiro en una soberbia intervención. Y cuando parecía que el empate era el resultado con el que se llegaría al descanso, unas manos de Aguilera tras un tiro de Dani Rodríguez provocaron el penalti, a instancias del VAR. La pelota iba en dirección a la meta, por lo que, a pesar de las protestas de los alfareros, la acción ofrece pocas dudas. Fue un punto de inflexión. 

En la reanudación el Mallorca, después de un buen tiro de Dani Ojeda, sentenció a lo grande para evitar sufrimientos innecesarios. Porque vaya maravilla protagonizó Salva Sevilla, una más. Inició una acción coral en el centro del campo, se apoyó en Lago y Abdón, que ya eran sus socios en Segunda B en 2017, para definir dentro del área con una vaselina sensacional. Una obra maestra que afeó el hecho de que el colegiado anulara inicialmente el tanto, por supuesto fuera de juego, que el VAR corrigió a tiempo.  

Era el minuto cincuenta y tres y el Alcorcón, que agotó los cincos cambios, acusó el golpe. Apenas tuvo fuerzas para llegar a la portería de Reina y el Mallorca tiró de oficio, con la entrada de Baba y Galarreta, para controlar el choque. Eso sí, hubo tiempo para una grandísima ocasión, tras un buen robo de Febas, que desaprovechó Amath, que absolutamente solo, no batió al meta. Daba igual. La victoria ya estaba en el bolsillo. Y la Primera División, también.

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