Luka Romero es uno de los nombres más importantes de este Mallorca. No por su juego o peso dentro del equipo, sino porque con tan solo 16 años está rompiendo todos los moldes del deporte rey y en su país, Argentina, es considerado como el sucesor de Messi. La joven perla de la cantera bermellona, que está en negociaciones para firmar su primer contrato profesional con el club, ha aprovechado el parón por Navidad para pasar unos días junto a los suyos en Quilmes (Argentina), concedió una entrevista al medio argentino Clarín en la que habla sin tapujos de su crecimiento como futbolista, su elección de jugar con el combinado albiceleste a pesar de haber nacido en México o modo de encarar la vida fuera y dentro de los terrenos de juego.

Su nombre, a pesar de su corta trayectoria futbolística profesional, ya empieza a resonar con fuerza en Argentina, deseosos de encontrar a un nuevo Leo Messi. Sin embargo, y no es la primera vez que lo dice, él quiere huir de cualquier clase de comparación con el que considera su "referente". "Soy de perfil bajo y prefiero no pensar en eso. Me alegra que me comparen con él, pero prefiero ser Luka Romero. Quiero formar mi propia historia en el fútbol", apunta, a la vez que reconoce que esta presión externa no le afecta, ya que solo piensa en "jugar y divertirme dentro del campo". "Trato de disfrutar siempre dentro de un campo de fútbol. Cuando juego pienso en hacer las cosas bien, pero también en divertirme porque es lo más bonito del fútbol", añade Luka, a quien le gusta "gambetear" y "dar pases de gol".

Con 15 años y y 219 días días se convirtió en el jugador más joven en debutar en la historia de la Liga (ante nada menos que el Real Madrid), y con 16 años y 11 días logró ser el goleador más joven en la historia del Mallorca y el segundo más joven en marcar en el fútbol profesional español. Casi nada. Si algo se recordará de su tanto frente al Logroñés (victoria del Mallorca por cuatro goles a cero) fue su incontenible llanto a la hora de celebrarlo. "No vi entrar la pelota. Cuando le pegué ya estaba mirando para el otro lado para celebrarlo y se me nubló la vista, me puse a llorar de pensar en todo, en el esfuerzo que hice para llegar a ese momento", recuerda Luka.

Pese a querer escapar de los focos, no obvia el hecho de que su cara cada vez es más reconocida y solicitada por los aficionados del Mallorca. " Cuando salgo del estadio algunos se me acercan para pedirme fotos y autógrafos. Me gusta porque de esa manera puedo hacer feliz a otra persona", reconoce.

Con Vicente Moreno primero, y Luis García Plaza ahora, el Mallorca está teniendo mucho cuidado de no quemar etapas en su crecimiento tanto personal como profesional. Luka, cuyo objetivo es "seguir jugando y tener más minutos", destaca por su comportamiento maduro según reconocen sus propios compañeros de equipo. El propio técnico madrileño reconoció que "tiene la cabeza súper amueblada". "Siempre trato de hacer lo mejor para ayudar al equipo. Hay que escuchar porque así se aprende", explica.

Tres nacionalidades y un solo deseo: Argentina

Luka cuenta con tres nacionalidades en su pasaporte. Nació en Durango (México), sus padres son de Argentina y reside en Baleares desde muy joven, por lo que puede escoger con cuál de los tres países jugar, una decisión que, a pesar de los intentos para convencerlo, tiene claro desde pequeño: "Argentina fue la primera que se fijó en mí y la que me llamó. Me gustó mucho cuando estuve y voy a estar en la Selección hasta que no me quiera más".

"Argentina fue la primera que se fijó en mí y la que me llamó. Me gustó mucho cuando estuve y voy a estar en la Selección hasta que no me quiera más"

Francisco José Molina, director deportivo de la RFEF, se reunió con Luka en Palma hace apenas dos meses para intentar hacerle cambiar de parecer, pero no lo consiguió. De igual manera representantes de la selección mejicana probaron suerte, aunque con idéntico resultado. "Fui a una reunión con España porque por respeto siempre hay que escuchar a todo el mundo. Se lo agradecí y les dije que quería estar en la selección argentina. De México también me llamaron y fuimos a una comida, pero también les dije lo mismo", apostilla.

Si algo recuerdo de sus concentraciones con las categorías inferiores albicelestes son los consejos que recibió de exfutbolistas y ahora entrenadores como Pablo Aimar, Diego Placente o Javier Mascherano. "Hablamos mucho. Nos hablan sobre cómo jugar, el estilo de juego que quieren... También tuvimos una charla con Javier Mascherano. Yo no lo conocía y nos habló sobre toda su carrera. Yo me acuerdo del Mundial 2014… Lloré mucho en la final", recuerda.

Un chico corriente fuera del fútbol

No hay que olvidar que Luka Romero tan solo tiene 16 años y que, como tal, tiene las mismas inquietudes que cualquier otro adolescente de su edad. El jugador, a pesar de vivir bajo unos protocolo sanitarios muy estrictos al formar parte de la primera plantilla de un equipo de fútbol profesional como es el Mallorca, explica que le gusta "jugar al Fifa" y a pádel "con su hermano". "Soy de jugar bastante al Fifa. Ahora también le estoy dando al pádel con mi hermano", apunta.

"Cuando no estoy entrenando, en mi tiempo libre, hago todo lo que puedo y quiero hacer. Lo que me gusta lo hago"

"Hago todo lo que quiero. Eso sí, a su debido tiempo. Cuando no estoy entrenando, en mi tiempo libre, hago todo lo que puedo y quiero hacer. Lo que me gusta lo hago. Tal vez tendré un poco menos de tiempo para hacer algunas cosas, pero todo se puede si uno se busca el momento adecuado", comenta acerca de si ha tenido que renunciar a ciertas cosas debido a su condición de futbolista.

Anécdota con Messi

A pesar de no querer compararse con el 10 del Barcelona, Luka destaca que el argentino es su referente junto a Paulo Dybala (Juventus) y que no se atrevió a saludarlo cuando Mallorca y Barcelona se enfrentaron en Son Moix el curso pasado, precisamente el primer partido que jugaron los bermellones tras el parón provocado por el estado de alarma en España. "No me animé a saludarlo. La próxima a ver si lo consigo", bromea.