Llegó en silencio del Albacete y se ha convertido en uno de los jugadores más valorados del Mallorca. Dani Rodríguez, casi sin pretenderlo, y jugando en su posición preferida, por detrás del delantero, de segundo punta, suma ya cinco goles en once partidos, los dos últimos conseguidos ayer ante la Ponferradina. Antonio Sánchez puso la guinda a una tarde de máxima efectividad con el tercer gol en la segunda parte. Veterano futbolista -31 años le contemplan- , Dani Rodríguez no fue profeta en su tierra, Galicia, donde apenas jugó en el Deportivo. Se movió por la geografía española y recaló en el Mallorca de Vicente Moreno. Con el valenciano fue indiscutible y con Luis García Plaza, poco dado a halagos personales, y con Dani lo ha hecho, también.

Dani Rodríguez desatascó un partido que empezó mal para el Mallorca. Con una empanada mental de consideración, el equipo salió dormido al terreno de juego y se dejó dominar por una Ponferradina que parecía por momentos el Bayern de Munich y su veterano delantero Yuri, 38 años, Lewandowski, por el peligro que creaba cerca de las inmediaciones del área de Reina. Si se hubiera contado la posesión de uno y otro equipo en el primer cuarto de hora, hubiera sido un escándalo para los del Bierzo, que tocaban, tocaban y tocaban en un rondo infinito, para desesperación de los locales, que no sabían cómo meter mano a su rival.

Pero más que de dominio y posesión, el fútbol entiende de goles. Que es lo que hizo el Mallorca en el minuto 20, que la clavó en su primer remate a la portería de Caro. Galarreta, indiscutible en ausencia de Baba, la pasó a Cardona, que se la devolvió al vasco, y este a Dani Rodríguez, que remató casi a placer. La Ponfe no se lo creía, y el Mallorca también tenía motivos para la sorpresa porque hasta aquel momento el partido era de su rival.

Tras el gol, poco más pasó hasta el segundo, a excepción de una gran parada de Reina, que evitó el empate a cinco minutos del descanso con un paradón. Dos minutos después, Dani Rodríguez culminó una gran jugada iniciada por Galarreta, otra vez él, que la cedió a Mboula y el catalán, al primer toque, centró al gallego, que también a la primera empalmó junto al poste izquierdo de Caro.

El partido parecía sentenciado porque, es verdad que la Ponferradina seguía siendo un equipo aseado, pero no se le veía con capacidad para igualar y mucho menos darle la vuelta al marcador. Y sobre todo cuando Antonio Sánchez marcó el tercero para el Mallorca a los ocho minutos de la segunda parte. Fue anotado con algo de fortuna porque el centro de Sastre desde la derecha rebotó en un jugador de la Ponferradina y el balón quedó inalcanzable para el central.

El Mallorca ya jugaba a placer. El mejor ejemplo se produjo cuatro minutos después del 3-0 cuando Dani Rodríguez pudo marcar el tercero de su cuenta particular si Caro no hubiera respondido a su remate desviando el balón con su pie izquierdo. El disparo llegó tras una jugada de tiralíneas entre Cufré, Cardona y Salva Sevilla que mereció el premio del gol.

Luis García lo debió ver ya todo muy claro porque a los veinte minutos realizó un triple cambio, curiosamente los tres jugadores que tenían tarjeta abandonaron el terreno de juego. Raíllo, Mboula y el goleador Dani Rodríguez dejaron su sitio a Russo, Lago y Amath, seguramente con la mente puesta en el complicado partido del próximo sábado en Girona. El técnico rojillo lo tiene claro, arriesgar lo mínimo. Los jugadores ya le empiezan a conocer y saben que si ven tarjeta tienen muchos números para no acabar los partidos.

Hasta el final del encuentro se vio un paradón de Reina en un mano a mano con Curro Sánchez -demostrando porqué ha sido elegido mejor guardameta del mes de octubre- y un remate al larguero de Amath, que bien pudo haber sido el cuarto. Con esta victoria, el Mallorca se sitúa segundo, en plaza de ascenso directo, solo superado por el Espanyol de Moreno, que presenta unos números aún mejores. Estamos solo en la jornada once, pero no deja de ser una gran noticia.