El actual consejero del Real Mallorca Pedro Terrasa autorizó en 2008, cuando desempeñaba funciones de gerente de la entidad bajo la presidencia de Vicenç Grande, el pago de 200.000 euros por un informe sobre futbolistas de la Liga argentina. La factura, reflejada a la derecha de estas líneas, iba dirigida a Esfinge Veinte S.L., propiedad de Javier Tebas, actual presidente de la Liga de Fútbol Profesional. Durante aquella época Terrasa y Tebas entablaron una fructífera relación profesional que culminaría, en abril de 2012, con la compra del mallorquín del quince por ciento de las acciones que el segundo contaba en el Mallorca. La adquisición de este paquete accionarial es la que ha permitido a Terrasa figurar como el segundo máximo accionista de la entidad, con un 25 por ciento, solo por detrás de Serra Ferrer.

Esta importante partida invertida sobre un informe de futbolistas argentinos, que se ha conocido a raíz de una inspección fiscal a la que ha sido sometida Esfinge Veinte S.L., sorprende porque el club ya disponía de un encargado específico para visionar fútbol de ese país. Miguel Magaña, miembro del cuerpo técnico durante once temporadas, era el responsable del fútbol argentino. Con los informes que presentaba al entonces secretario técnico Nando Pons -dos o tres por temporada después de ver hasta cuatro partidos semanales-, el club se pudo hacer con los servicios, entre otros, de jugadores como Guillermo Pereyra, Jonás Gutiérrez o Pisculichi. Pons viajaba una vez al año a Argentina y Brasil para ver en directo a los jugadores seleccionados por Magaña y que podían ser susceptibles de un posible fichaje.

Este diario ha podido saber que todas las facturas referentes al capítulo de jugadores que no superaran los 200.000 euros -esta, en realidad, asciende a 232.000 con el IVA-, debían figurar, por orden de Grande, las firmas de Pedro Terrasa y Nando Pons. Sorprendentemente, en este pago a Esfinge Veinte S.L. únicamente aparece la rúbrica del entonces gerente.

Además, miembros del cuerpo técnico del Mallorca de aquella época, que prefieren mantenerse en el anonimato, han mostrado a este diario su convencimiento de que este informe sobre futbolistas argentinos nunca se llegó a redactar. Si ya sorprende el pago por un trabajo que ya realizaban técnicos del club, el hecho resultaría más grave si finalmente se demostrara que no se formalizó informe alguno.

La escasa rigurosidad con la que se trabajaba en la época de la presidencia de Grande y la gerencia de Terrasa contrasta con el celo aplicado en la actual etapa, como ha quedado demostrado con el ´culebrón´ Ogunjimi, cuando el Consejo evitó la pasada semana el pago de 30.000 euros de comisión a un abogado holandés que impidió al club ahorrarse la ficha del jugador, que asciende a 900.000 euros. Ahora es el propio jugador el que pide 150.000 euros como condición para rescindir el contrato y quedar libre para fichar por el club que desee.