Vecinos del núcleo costero de Can Picafort (Santa Margalida) han denunciado lo que consideran una «excesiva» ocupación de la vía pública por parte de determinados negocios de restauración que habrían instalado terrazas con sillas y mesas más allá de lo que permite la ordenanza municipal y que obstaculizan la libre circulación de los peatones.
Los residentes molestos con la situación explican que durante la pandemia, tal y como sucedió en la mayoría de los municipios, el Ayuntamiento autorizó una mayor ocupación del espacio público para respetar la distancia personal que debían mantener los clientes, pero una vez terminada la emergencia sanitaria «en muchos casos se han mantenido las mismas ocupaciones y se ha normalizado la situación, cuando no debería ser normal que cada vez se vayan privatizando más espacios de la vía pública», lamentan.
En algunos casos, se han habilitado amplias terrazas para los clientes tanto en la fachada del establecimiento como en la zona del paseo más próximo a la línea de costa, por lo que los peatones sólo pueden pasar por el carril reservado a las bicicletas, con el consecuente peligro de que se produzca un accidente. En otros casos, el pasadizo reservado a los transeúntes es tan estrecho que sólo pueden pasar en fila india.
La ordenanza municipal reguladora del uso de la vía pública, a raíz de una modificación aprobada en el año 2016, establece que en la calle Felicià Fuster de Can Picafort, donde se concentran la mayoría de locales de restauración con un «exceso» de ocupación, «se podrá ocupar el espacio que queda entre la línea de fachada y las jardineras, dejando el carril bici y el paseo libres». Este requisito no se cumple en determinados casos, según denuncian los vecinos y ha podido comprobar este diario.
Fuentes del equipo de gobierno ‘margalidà’ han admitido que en algunos casos se produce un exceso de ocupación que, una vez finalizado el plazo para solicitar los permisos de instalación de terrazas, que concluye a finales del presente mes de abril, «se controlará por parte de la Policía Local como siempre se ha hecho en el mes de mayo».
Una práctica «prohibida»
Las fuentes añaden que, durante la pandemia, se autorizó a los locales instalar una línea de sillas y mesas en el paseo tradicionalmente reservado a los peatones, pero han constatado que algunos establecimientos «han puesto dos líneas» e incluso han cerrado la terraza con una barrera, lo que supone una práctica «prohibida» que el Ayuntamiento obligará a rectificar, según aseguran, ya que «podrían incumplir también la ley de Costas».
Por su parte, Xisco Bergas, portavoz del PSOE, único grupo de la oposición municipal, subraya que el equipo de gobierno «debería hacer cumplir la ordenanza actual a todos los establecimientos por igual» porque en Can Picafort «el tema de la ocupación de la vía pública siempre ha sido una lucha constante».
El regidor socialista denuncia también que en el último pleno el gobierno local aprobó una nueva modificación de la ordenanza que, según el PSOE, supone una "subida encubierta" porque a partir de ahora los negocios «deberán pagar más por las licencias».
