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Medidas medioambientales

El primer día de limitaciones no evita los atascos de tráfico en Formentor

Entre el Port de Pollença y la playa el acceso es totalmente libre para los vehículos privados siempre que haya plazas de aparcamiento disponibles

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Pollença denuncia el "caos" del primer día de limitaciones de tráfico en Formentor

La entrada en vigor de una nueva temporada de restricciones de tráfico para acceder a la playa y el faro de Formentor, que se prolongará hasta el 30 de septiembre entre las 10 y las 22,30 horas, no evitó durante toda la mañana de ayer la formación de importantes atascos provocados por vehículos privados en determinados puntos estratégicos de la carretera, principalmente en el mirador del Colomer y en el aparcamiento principal de la playa, ya que el acceso era totalmente libre mientras había plazas de estacionamiento disponibles en la playa de Formentor. En cambio, entre este último punto y el faro el sistema de restricciones funcionó de forma correcta y solo los ciclistas y los buses lanzadera tuvieron acceso al último tramo de carretera de la península de Pollença.

Una de las principales novedades de este año es la instalación de barreras automáticas que permiten el paso siempre que haya plazas disponibles en los tres aparcamientos oficiales de Formentor y permanecen cerradas si no hay posibilidad de estacionamiento. No obstante, ayer todavía no se habían instalado las barreras en la última rotonda del Port de Pollença antes de acceder a la carretera de Formentor por un problema de falta de coordinación entre la Dirección General de Tráfico y la base militar del Moll. A falta de barreras se instaló un panel digital en el que aparecía un punto rojo o verde que prohibía o permitía el paso en función de la disponibilidad de aparcamientos en los tres espacios habilitados para ello en el entorno del Hotel Formentor, cerrado por obras.

El Hotel Formentor, en pleno proceso de reconstrucción. J.Frau

El sistema no evitó los tradicionales atascos en los principales puntos de interés turístico. En este sentido, el ayuntamiento de Pollença calificó ayer de «caótico» el primer día de entrada en vigor de las restricciones de acceso del tráfico privado tanto a la playa como al faro de Formentor y denunció la «falta de información» por parte del Consell de Mallorca sobre el funcionamiento de las limitaciones, ya que, según explicó la regidora de Turismo, Maria Buades, «no sabemos el motivo por el cual no se han puesto las barreras en el Port de Pollença». 

Lo cierto es que durante toda la mañana los coches privados pudieron acceder sin ningún problema hasta la playa de Formentor. Además de los buses lanzadera, pasaron autocares de transporte discrecional, coches de alquiler, motos e incluso quads que, en su mayoría, realizaban una parada en el mirador del Colomer, dificultando la circulación en esta zona, una de las principales atracciones turísticas de la península. A mediodía, en la entrada del aparcamiento de la playa se formaron largas colas de vehículos mientras esperaban su turno para estacionar. 

Lectores de matrículas

En este punto, los operarios todavía trabajaban ayer por la mañana en la instalación de una barrera que impide el paso en dirección al faro, donde solo es posible acceder en bus lanzadera, a pie o en bicicleta. Un lector de matrículas instalado junto a las barreras ‘fichará’ a todos los vehículos y multará a los que accedan sin autorización entre las 10 y las 22,30 horas. También se ha instalado otro lector en la última rotonda del Port de Pollença.

La política de restricciones por motivos medioambientales funciona entre la playa y el faro, pero no tanto entre el Port de Pollença y la playa, donde apenas se notaron las medidas. Eso sí, cuando los aparcamientos se llenan ya no deben producirse las impactantes imágenes de los arcenes de la carretera llenos de vehículos estacionados. Los que decidan pasar sin aparcamiento garantizado serán multados. En el verano pasado se interpusieron unas 5.000 sanciones de hasta 200 euros.

Otra queja del ayuntamiento de Pollença se refirió ayer al servicio de transporte público. La regidora Buades aseguró que los buses lanzadera, que tienen el punto de partida en Alcúdia, «ya van completamente llenos cuando pasan por el puerto de Pollença, y ya no pueden parar a recoger a nadie más». Se trata de la línea 334, con frecuencias aproximadas de 30 minutos y paradas en el Port de Pollença, la playa de Formentor, Cala Murta-Cala Figuera y el faro de Formentor. 

Un año más se produjeron escenas de confusión entre los conductores, que al llegar a la última rotonda del Moll de Pollença se preguntaban si podían pasar libremente o bien serían objeto de multa en caso de no haber solicitado permiso con tres días de antelación. 

En este sentido, los informadores ubicados tanto en el Port ‘pollencí’ como en el acceso a la playa de Formentor aclaraban que entre el puerto de Pollença y la playa se podía pasar sin haber solicitado permiso previo siempre y cuando el semáforo digital estuviera en verde. En caso contrario, el color rojo indica que los aparcamientos están llenos en la zona de la playa y que debe esperarse a que se ponga verde de nuevo.

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