El sindicato UGT Servicios Públicos anunció ayer que ha presentado una denuncia ante Inspección de Trabajo contra el ayuntamiento de Binissalem por una serie de «irregularidades» relacionadas con el impago de retribuciones económicas a la plantilla de la institución municipal, entre las que figurarían horas extras y dietas de alimentación o kilometraje.
La citada organización sindical asegura que la plantilla del ayuntamiento del Raiguer «no cobra de manera sistemática y ordenada los abonos extra desde julio de 2022 ni tampoco está recibiendo las ayudas del fondo social», una situación que ha provocado un profundo malestar entre los trabajadores municipales y que ha motivado a UGT para presentar una denuncia ante Inspección de Trabajo.
En este sentido, añade que otra de las cuestiones que ha pesado a la hora de denunciar al Consistorio es el «incumplimiento del acuerdo con el anterior equipo de gobierno que establecía el pago al personal de brigada, escoleta y biblioteca de trabajos que desempeñan por encima de su categoría laboral». Y es que, según subraya el sindicato, estas suplencias de superior categoría «son habituales» en el ayuntamiento binissalemer por «falta de personal».
La gestión del alcalde Víctor Martí (Unió per Binissalem) sobre esta cuestión es criticada por el sindicato UGT, que asegura que cuando el personal municipal afectado por los impagos pregunta el motivo por el cual no se pagan las cantidades pendientes, el alcalde «les responde con excusas y sin dar una solución firme al problema».
Además, los representantes sindicales en el Ayuntamiento del municipio del Raiguer aseguran sentirse «menospreciados» por la «falta de voluntad negociadora» del alcalde Víctor Martí y de su equipo de gobierno de Unió per Binissalem, que ha gestionado la institución en minoría durante toda la legislatura.
El sindicato ha solicitado hasta en seis ocasiones al gobierno municipal desde el pasado mes de octubre que convoque las mesas de negociación, pero no ha llegado a concretarse ninguna fecha.
Los trabajadores lamentan que la actual relación de puestos de trabajo está «desfasada» y que no se ha publicado a pesar de que fue redactada en el año 2003. UGT sostiene que «no hay intención de negociar el borrador de la nueva relación de puestos de trabajo hecha por una empresa de Madrid y que, según el alcalde, ha costado 18.000 euros», critica el sindicato.
Además, añade que el convenio colectivo del ayuntamiento de Binissalem entró en vigor en el pasado año 2001 y «aunque se han realizado pequeñas modificaciones necesita ser renovado». El problema es que «los dirigentes políticos no están por la labor».
A finales del pasado año, UGT ya denunció el «malestar» que siente el personal del Ayuntamiento, que se acentúa entre los agentes de la Policía Local, que solo cuenta con 6 agentes debido a la «fuga» de efectivos en los últimos meses, para cubrir todas la funciones que le corresponden a este cuerpo como ordenanzas, regulación del tráfico, instrucción de diligencias o intervención en conflictos privados.
Este diario intentó contrastar ayer las acusaciones de UGT con el alcalde Víctor Martí, pero no respondió a las llamadas.
Un mandato marcado por las sospechas contables
La legislatura que está a punto de acabar no ha sido fácil en el ayuntamiento de Binissalem, donde el alcalde Víctor Martí ha gobernado en minoría, con serias dificultades para sacar adelante la gestión municipal. De hecho, ha tenido que someterse en dos ocasiones a una cuestión de confianza para aprobar los presupuestos y poder abonar facturas extrajudiciales de años precedentes. En ambos casos perdió, pero los tres partidos de la oposición (PP, PSOE y Més) han sido incapaces de alcanzar un acuerdo para presentar una moción de censura.
Cabe recordar que el alcalde también ha tenido que declarar durante esta legislatura en el juzgado por un presunto delito de malversación a raíz de una denuncia de la fiscalía.
Víctor Martí volverá a optar a la alcaldía el 28 de mayo como candidato de Unió per Binissalem.
