Una veintena de inquilinos de un edificio de Peguera (Calvià) han recibido una comunicación que les informa de que tienen que desalojar sus viviendas después de formalizarse la operación de compraventa del inmueble. Los afectados aseguran que no se les ha avisado con el plazo debido y advierten de lo difícil de encontrar otro alquiler en plena temporada
El inmueble se encuentra en el Carrer del Bell Turó, número 6 de Peguera, y está dividido en una docena de apartamentos. Entre los residentes, hay personas que llevan viviendo allí desde hace años, según explicaron ayer los propios vecinos consultados por este diario. Al menos una de las inquilinas tiene una niña pequeña.
A principios de abril, los arrendatarios recibieron notificaciones por parte de la anterior propiedad, Hestia y Cibeles Viviendas, del siguiente tenor: «En su día se le informó de la próxima venta del edificio […] donde usted está ocupando uno de los apartamentos a pesar de haber vencido el correspondiente contrato de arrendamiento por temporada. Por ello, y tal como acordamos en su día, una vez formalizada la compraventa usted deberá proceder al desalojo del apartamento».
Los vecinos explicaron a este diario que la nueva propiedad les ha dado un plazo de tres meses extra para encontrar un alojamiento alternativo.
"No nos podemos permitir pagar un alquiler de 1.300 euros al mes"
«La nueva propiedad nos da tres meses para encontrar algo. Y nosotros ya le dijimos que no nos podemos permitir un piso por 1.300 euros, que es lo que te piden en esta zona. No hay nada, y más en pleno verano. Tendremos que elegir entre pagar el alquiler o comer», se quejaba ayer una vecina del edificio.
Los actuales propietarios les han enviado por su parte una comunicación, señalando que, de acuerdo a la información que le han suministrado los anteriores dueños del edificio, están ocupando los apartamentos «sin tener contrato de arrendamiento en vigor». Les comunican que contactarían con ellos para «coordinar el desalojo de dicho apartamento».
En manos de un abogado
Los inquilinos han puesto su caso en manos de un abogado, que, apuntan, considera que los contratos de arrendamiento estaban «mal hechos» y que, «como mínimo», tienen derecho a «cinco años más» para residir en el inmueble.
«Aquí se hacían contratos de temporada. Primero eran por seis meses. Luego, se renovaban por otros seis meses. Y, al cumplir el año, se renovaban cinco años más», indicaron los vecinos.
Igualmente, los afectados se han puesto en contacto con el ayuntamiento de Calvià. El próximo 26 de abril tienen una cita con una asistenta social, según informaron. De momento, viven con gran incertidumbre su situación. «Estamos muy mal, muy nerviosos, con ansiedad... Hay gente que no tiene ni un coche para irse a dormir llegado el caso. Hay gente que no tiene familia en la isla que le pueda acoger», indicaron.
Los residentes incidieron en la idea de que los alquileres están muy caros, tal y como evidencian las estadísticas que se publican periódicamente. Así, según el portal inmobiliario Fotocasa, el precio medio del arrendamiento de un estudio o un piso de una habitación en Calvià asciende a 900 euros.
En el caso de los apartamentos de dos habitaciones, ese importe se eleva a 2.007 euros, mientras que si son de tres habitaciones el precio medio es de 3.034 euros.
