Tramuntana XXI y Pla de Mallorca XXI han aunado esfuerzos y este jueves organizan una cena tertulia para presentar en la Fusteria Galmés de Vilafranca el proyecto Amarar. Apaema será la encargada de preparar la cena. Así lo explica Magdalena Aguiló, que coordina las charlas junto a Vicenç Mulet. «El objetivo es dar a conocer a través de estos encuentros el talento emprendedor y creativo que hay en el Pla», explica Aguiló que avanza que la tertulia ya ha colgado el cartel de aforo completo. Desde Tramuntana XXI, su presidente Joe Holles, remarca que el proyecto de Amarar de dar una segunda vida a los árboles arrasados por los temporales es «el ejemplo paradigmático de un proyecto motivador. Es el perfecto ejemplo de cómo construir proyecto de futuro que nos conecta con el entorno».

Martínez explica el proceso de montaje de la mesa hecha de pino. | DM

El arquitecto Francisco Cifuentes rememora que su despacho Aulets empezó con el tema de la madera con la escoleta de Llubí. En este caso, la materia prima era francesa. Empezamos a entender cómo era el proceso de construir en madera. Continuaron otros proyectos y de cada vez surgían nuevas preguntas que no dudaba en transformar en reto. «¿Somos capaces de construir en madera local?», se planteaba. «Cuando vimos el desastre del cap de fibló en Banyalbufar de 2020 nos planteamos si podíamos dar una segunda vida a los árboles arrasados por el temporal para transformarlos en muebles. Es decir, nuestro reto era cómo a partir de las malas noticias que nos deja el cambio climático, poder transformarlas en buenas dando otra vida al pino convirtiéndolo en una mesa», desgrana con la mente fijada en apostar por el material local. «Así empieza todo», sentencia.

El arquitecto Francisco Cifuentes. Xim Izquierdo

Modelo productivo

Y es que Amarar desarrolla un cambio de modelo productivo de la madera en la isla, mediante la colaboración entre la gestión forestal, la producción de madera local y fabricantes de muebles. «Utilizamos los árboles talados procedentes de la limpieza fincas para prevenir incendios, mantener bancales y caminos limpios, así como también madera procedente de bosques abatidos por tormentas o incendios. Nuestros muebles son de madera maciza, hechos para durar muchos años y así retener el máximo CO2», describen. En la primera fase del proyecto han contado con la colaboración del aserradero Can Just. Ahora los troncos llegan a la Fusteria Galmés de Vilafranca donde los transforman en madera de alta calidad. Sus instalaciones custodian tanto troncos que esperan emprender su segunda vida como ya tablones que deben aguardar un año para que esta madera esté totalmente seca para empezar a trabajar.

Una segunda vida para los árboles arrasados por los temporales Sebastià Martorell

«La cadena de destinar árboles para muebles se rompió en los años 90 con la entrada de nuevos materiales. Hay que recuperar este tejido productivo», explica. Así Cifuentes detalla que el proyecto de Amarar se sustenta en cinco patas: gestión forestal, tejido productivo, diseño, investigación y comunidad para colaborar con otras entidades como Esment.

En estos momentos, resume Cifuentes cuentan con toda la producción industrial desarrollada, tienen los prototipos y ya pueden tener producción de madera local. Sus creaciones se podrán ver este jueves en el show room preparado para la ocasión.