Nuevo capítulo en el caso de las escoletes municipales de Marratxí. El pleno extraordinario celebrado ayer aprobó por unanimidad sancionar a la empresa Proyectos Baula, S.L., con la cantidad de 48.004 euros, correspondiendo a 24.002 euros por cada una de las escoletes municipales de la cual es concesionaria por faltas graves por deudas a la Tesorería General de la Seguridad Social y por impago de nóminas al personal.

Antes de proceder a la votación el portavoz del PP Jaume Llompart y candidato a la alcaldía, dijo que iba a votar a favor, pero aprovechó su intervención para lamentar que el Consistorio no hubiera autorizado una subida de las cuotas a los padres haciéndose cargo el propio Ayuntamiento y así posiblemente la empresa hubiera podido abonar las nóminas.

El alcalde Miquel Cabot le replicó que si estaba a favor de la empresa para que el Consistorio abonara la Cuota de los padres, recordándole que en el año 2003, se subieron las cuotas un 12% por parte del Ayuntamiento y este incremento recayó en los padres, siendo en aquellas fechas el PP el partido quue estaba al frente del Consistorio y el que adjudicó la dirección de las escuelas a la empresa, ahora objeto de sanción.

Marratxí sanciona con 48.000 euros a la concesionaria de las ‘escoletes’ DM

Dos días

También el primer edil le espetó al concejal popular que el Ayuntamiento no se tiene que hace cargo con dinero público de la mala gestión de la empresa, recordándole que cuando se hizo oficial el secuestro se tardó dos días en pagar las nominas por parte del Consistorio. A pesar de estas diferencias el punto se aprobó por unanimidad.

Cabe recordar que a mediados de enero un pleno extraordinario del ayuntamiento aprobó también por unanimidad recuperar la concesión del servicio de las ‘escoletes’ de Ses Cases Noves y Cas Miot, a causa del mal funcionamiento del servicio. Fue a principios de año cuando la concesionaria comunicó al Consistorio que se encontraba en situación de preconcurso y, días después, presentó un nuevo escrito informando de la imposibilidad de poder seguir gestionando los centros. Esa mala situación económica afectó al pago de las nóminas a los trabajadores que convocaron movilizaciones.