El pleno del ayuntamiento de Son Servera ha acordado este jueves por unanimidad nombrar a Rafaela Servera Sureda (Son Servera 1861-1947), conocida como Rafaela cega o Calona, como hija ilustre de la villa. Ciega desde los cuatro años a causa de una enfermedad, fue la mujer que mas Rondalles contó a Mossèn Antoni Maria Alcover y que este recogió en su Aplec. Esta emblemática mujer serverina, humilde, ciega y pobre, se convirtió en un contadora y folklorista de la cultura popular de Mallorca, por lo que ha recibido el galardón póstumo de hija ilustre de Son Servera. 

Su memoria prodigiosa y expresividad en un lenguaje payés con acento serverí maravillaron a Mossèn Alcover, que se trasladaba hasta la possessió de sa Torre Nova, en Son Carrió, donde escribió sus primeras rondalles y donde conoció a madò Calona. Su prodigiosa memoria no solo guardaba aquellas narraciones que pasaban de padres a hijos, sino toda la información necesaria para sobrevivir sola en su casa, donde cocinaba en un fuego que hacía con la leña que le traían sus hermanos y de la que conocía cada rincón. Siempre andaba descalza. Con los pies desnudos daba con la suciedad del suelo que debía barrer. Pasaba tiempo en el corral, donde florecían unos preciosos geranios que cuidaba con esmero. A igual que su casa, conocía la de su vecinos, donde accedía con la única ayuda de una pequeña caña para guiarse. Iba de casa en casa, sorteando los carros que pudiera haber en la calle, sin que jamás topara con alguno.