El ayuntamiento de Manacor quiere conseguir que toda la zona de las calas vírgenes del municipio, una porción de terreno que va desde s’Estany den Mas a Cala Domingos, sea reconocido como un nuevo parque natural mallorquín, con la protección medioambiental que ello supondría. Así lo ha expresado su alcalde, Miquel Oliver, que recuerda que hace dos años el Consistorio ya le propuso al Govern y al Consell iniciar los trámites para conseguirlo, aprovechando la revisión del Plan Territorial de Mallorca.
En esos momentos el Consistorio, al que le interesa también solventar los problemas derivados de uno de esos pequeño arenales sin construir como es Cala Varques, llegó a ponerse en contacto con la conselleria de Medi Ambient para pedir asesoramiento, aunque los trámites y la aprobación del Plan General urbanístico, a comienzos de 2022, que también conlleva restricciones urbanísticas para todo el conjunto (que en su mayor parte es ANEI), hicieron que no fuera «urbanísticamente tan urgente».
«No es una idea descabellada, para nada», se reafirma Oliver, quien explica que la delimitación del nuevo parque natural incluiría todas las calas vírgenes que quedan en la costa manacorina y que se suceden una tras otra: Cala Falcó, Cala Varques, Cala Sequer, Cala Magraner, Cala Pilota, Cala Virgili, Cala Bota y Cala Antena, además de un tramo tierra adentro de varios kilómetros hasta lograr proteger toda la Serra de Llodrà, una zona de tierras algo elevadas pero de gran riqueza natural todavía preservada.
Cala Varques
Precisamente durante esta misma legislatura, el departamento de Urbanismo del ayuntamiento de Manacor ha elaborado un detallado informe (remitido al Govern) en el que pormenoriza toda una serie de cuestiones de acceso y seguridad a Cala Varques, la más famosa por su repercusión mediática y sobresaturación durante los últimos veranos. Entre ellas la necesidad de crear un aparcamiento que, lejos de convertirse en un reclamo, pueda suponer la adecuación a la legalidad para el aluvión de coches que aparcan ilegalmente en la carretera de acceso.
La Comisión Balear de Medio Ambiente solicitó al Ayuntamiento este plan específico, con la intención de poder dosificar y regular cuánta gente puede acceder y disfrutar la playa al mismo tiempo. En total, y según los estudios derivados por el espacio necesario para cada bañista, se contempla un límite máximo de 130 personas a la vez. Una cifra de la cual se deriva el número de plazas de aparcamiento que el Consistorio debería habilitar ya a partir de este verano, unos terrenos cercanos a la carretera comarcal que va de Portocolom a Porto Cristo y donde podrían estacionar hasta 32 vehículos.
Para conseguirlo deberán eliminarse primero los estacionamientos ilegales que se producen cada año a ambos lados de carretera y muy especialmente los que suele ocupar las dos curvas condenadas y abandonadas muy cerca del camino rural de acceso a Cala Varques, surgidas después de la última reforma que hubo de la Ma-4014 hace ya varias décadas. «Hemos pedido ya a la dirección general de Carreteras, perteneciente al Consell, que elimine estas curvas lo más rápidamente posible para así terminar con los actuales problemas de seguridad, dando otras opciones de acceso a los propietarios de las casas colindantes», subraya Oliver.
Además también se contempla la posibilidad de que una vez se haya habilitado el parking se instalen unos marcadores que puedan indicar a los conductores que se aproximen a la cala, si todavía hay plazas disponibles o si el solar está ya completo y no tienen acceso motorizado a Cala Varques en ese momento. Unos marcadores que son comunes por ejemplo en Menorca.
3.000 euros
Por otro lado, el último pleno del ayuntamiento de Manacor aprobó la reserva de 3.000 euros de los presupuestos municipales de 2023 para la expropiación de una senda hasta Cala Varques, con el fin de evitar más problemas por el cierre de un camino que los vecinos consideran propio.
«El camino de Cala Varques no está dentro del catálogo municipal de caminos. La Plataforma Pro Camins Públics dice que sí y que podría emprender una vía judicial, pero el procedimiento sería largo», concreta Oliver. La normativa del Consell de Mallorca, a través del PIAT dice que todas las calas deben ser accesibles por tierra y requiere al ayuntamiento de Manacor para que resuelva el problema, que propone marcar un trazado concreto dentro de un plan especial urbanístico que pasa por expropiar esa vía de acceso, cosa que ocurrirá en los próximos días.
