Como marca la tradición, Pollença ha cortado este miércoles por la mañana, Dimecres de Cendra, el Pi de Sant Antoni que permanecía en el centro de la Plaça Vella desde el pasado 17 de enero, cuando protagonizó una de las fiestas más polémicas de los últimos años cuando un joven consiguió escalar el árbol pasadas las 0,30 horas, poco antes de la suspensión de la fiesta, que se alargó más de lo habitual debido al exceso de jabón que presentaba el tronco y a la inclinación del árbol.

Numerosos vecinos se han concentrado a primera hora de la mañana para ver la tala del pino. En el municipio del Nord, la retirada del pino procedente de Ternelles marca el final del ciclo navideño para dar paso a la Cuaresma. Hace años, la madera del pino se utilizaba para elaborar las espadas del simulacro de Moros y Cristianos que se celebra el 2 de agosto, aunque actualmente esta tradición ya no se lleva a cabo. Ahora muchos de los niños y niñas que asisten al acto se llevan un trozo del pino como recuerdo.

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Un Pi muy difícil desluce la fiesta de la Plaça Vella de Pollença EP