Sant Llorenç despidió este martes el carnaval de una manera muy peculiar. Mientras otros pueblos enterraban la sardina, en este pueblo del Llevant de Mallorca se organizó por primera vez un particular entierro de no de la sardina, si no de una longaniza.

Se trata de un acto organizado por los ximbombers, que salieron en comitiva desde la plaza del Ayuntamiento, vestidos de negro riguroso, para acudir a la plaza de la Iglesia donde se enterró la longaniza y tuvo lugar una cena de pa i taleca para los asistentes y una gran ximbombada para finalizar el acto.