Mallorca y el sur de Francia estarán conectados mediante una nueva ruta comercial a pequeña escala de productos ecológicos producidos en la isla que llegarán a la costa mediterránea del país vecino a bordo de un velero de 34 pies, un medio de transporte totalmente sostenible que apenas deja huella de carbono.
Se trata de una iniciativa que ha nacido tras un acuerdo entre una empresa consultora mallorquina especializada en la promoción del producto local, IO Consultores, y un grupo de jóvenes emprendedores de la costa occitana interesados en promover una nueva vía de transporte de productos ecológicos por el Mediterráneo, con Mallorca como una de sus principales escalas.
El estreno de esta nueva ruta comercial, que ambas partes esperan que se convierta en regular, se produjo este domingo en el puerto de Alcúdia, donde estaba amarrado el velero ‘Saveur’, que tuvo que retrasar su llegada prevista para el sábado por falta de viento, con el objetivo de llenar las bodegas con el primer cargamento recogido en la isla: una tonelada de naranjas ecológicas que serán comercializadas en Francia.
Sus promotores, Frédéric Dijol y Paul Guilhaumon, tienen previsto regresar en abril para volver a cargar cítricos, en esta ocasión limones. Al mismo tiempo, a través de la consultora mallorquina, han propuesto a restauradores, grupos de consumo o cooperativas de productores la posibilidad de adquirir productos provenientes de los otros puertos de su ruta comercial. Jaime Canudas, de IO Consultores, explica que «el objetivo es colaborar para que esta ruta se expanda y la transición ecológica se fortalezca, convirtiendo esta iniciativa en una opción viable y perdurable».
Los emprendedores franceses conocieron en Alcúdia a un grupo de agricultores ecológicos de Mallorca que les llevaron muestras de sus productos con la intención de explorar nuevas posibilidades de exportación.
Esta nueva iniciativa retrotrae a los tiempos en que Mallorca y Francia estaban muy conectadas desde el punto de vista comercial por vía marítima. Ejemplos de ello son la ruta entre Portocolom (Felanitx) y el puerto de Sète entre 1865 y 1890 para transportar vinos producidos en Mallorca durante los años de la filoxera o la exportación regular de cítricos de Sóller.
La nueva ruta, bautizada con el nombre de Éol-lien, «puede parecer una idea romántica e incluso una utopía», señala Canudas, «pero ya es una realidad». «El tiempo lo dirá, pero lo indispensable para que este proyecto sea un éxito es la respuesta de los consumidores, que son los que tienen el poder», concluye.
