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Sant Antoni 2023

Sant Antoni: Los líos políticos con la Iglesia empañan la fiesta en Manacor

El sacerdote Joan Francesc Cortès encendió la polémica con una provocativa publicación en sus redes sociales tras el desencuentro entre alcalde y rector por el aforo de las Completes

Polémica publicación del sacerdote en las redes sociales. Instagram

Todo parecía ir bien en el regreso de la fiesta de Sant Antoni a Manacor después de 1.089 días de espera. Pero como todo parecía ser demasiado, dos polémicas salpicaron de lleno la celebración, una consecuencia de la otra, y con la Iglesia como protagonista directa. El domingo por la noche el director de las Completes, Xavier Gelabert, a través de redes sociales, acusaba sin mentarlas a las altas esferas del ayuntamiento manacorí de no dejar pasar a todas las personas que habían asistido a los dos ensayos previos, un paso para garantizarse un hueco entre las 1.492 plazas que el dispositivo de seguridad viene marcando desde hace unos años como tope de acceso durante el acto central de la víspera de Sant Antoni.

El tema es que en un principio tanto Gelabert como el rector de las parroquias de Manacor, Antoni Amorós, habían calculado en 200 los asientos a reservar y así se lo hicieron saber a la Junta de Seguridad de la fiesta. Pero lo que no se esperaban es que acudieran más del doble a los ensayos… hasta las casi 900 personas. Lo que suponía un problema de 700 razones. Y de ahí al choque que, resumido, acabó con la parroquia pidiendo el paso asegurado para 900 (y el resto de entrada libre hasta completar las 1.492 localidades) y el Ayuntamiento y la Junta ofreciendo 600 (300 por capilla lateral) dados los problemas de logística para que la policía controlara tantos documentos de identidad en tan poco tiempo.

Y entonces llegó el drama: Joan Francesc Cortès, joven vicario manacorí de la catedral de Sant Feliu del Llobregat e invitado de honor del Bisbat de Mallorca a las Completes y a presidir las tradicionales Beneïdes del 17 de enero, saltó a la palestra con una frase más punk que religiosa, adaptada en su instagram como creyó conveniente: «Quien legisla y vive sin Dios, está destinado a mentir y a no aceptar nunca su culpa. A dar la culpa a los demás y a no aceptar nunca su propia responsabilidad. Somos los sobrinos de los que no pudisteis quemar en el 36», en una clara referencia al alcalde y su partido, Més-Esquerra, a quienes Cortès relacionó con los asesinos de la Guerra Civil.

Al ver el revuelo creado tanto dentro del equipo de gobierno municipal como entre muchos vecinos manacorins, Joan Francesc Cortès, dio durante las Beneïdes un paso atrás y pidió primero disculpas a través del micro y después también a través de las redes sociales con una glosa: ‘Qui parla s’equivoca, jo me vaig equivocar, per això vull demanar, perdó a tota sa plaça’. Un intento de redención que algunos aceptaron, pero que otros, como el concejal de Medio Ambiente y Movilidad, Sebastià Llodrà, siguió criticando, acusando al Bisbat de Mallorca de permitir el insulto y mantener a Cortès para el desfile: «Somos los padres de los hijos que deben crecer en una sociedad sin odio. Esta persona ayer no debería haber presidido las Beneïdes de Manacor de ninguna manera».

Joan Francesc Cortès (Manacor, 1984) fue ordenado sacerdote el pasado 7 de mayo en Catalunya, donde reside. Cortès dejó su ciudad natal a los 22 años para emprender una prometedora carrera musical en Barcelona. Su plan inicial era estudiar en el Conservatorio del Liceu, trabajar, vivir unos años en Catalunya y volver a la isla. Sus planes cambiaron cuando sintió que en vez de ser organista de la parroquia debía entrar en la vida religiosa.

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