ARCA ha comunicado este miércoles que ha restaurado los bancos centenarios de la iglesia de es Pont d’Inca, en Marratxí, gracias al “trabajo altruista” de Raúl Fullana Aguirre, maestro artesano y vecino de la localidad.

“Aunque no ha sido posible recuperarlos en su estado y tamaño originales debido al considerable destrozo que sufrieron, se ha recuperado considerablemente su esencia y, por tanto, se han salvado estos elementos patrimoniales con todas las vivencias y la memoria histórica que conllevan”, aseguraron desde la asociación conservacionista.

“Aunque no ha sido posible recuperarlos en su estado y tamaño originales debido al considerable destrozo que sufrieron, se ha recuperado considerablemente su esencia"

El pasado verano, la entidad denunció el “abandono” por parte de la parroquia de es Pont d'Inca de unos bancos centenarios en la plaza de la iglesia. Según sostuvo Arca, esta denuncia pública y la rápida reacción de la concejalía de Cultura y Patrimonio del ayuntamiento de Marratxí impidieron “la recogida selectiva -y la destrucción, seguramente- de los bancos, que fueron trasladados a un depósito municipal a la espera de una posible restauración que permitiera rehabilitarlos”.

Estado del banco antes de la restauración. ARCA

Fue en la primera mitad del siglo XX, en plena posguerra, cuando se encargó al carpintero Bartolome Salvá Beltran la realización de los bancos. A raíz de ese encargo, recordó ARCA, se trasladó desde su Inca natal a es Pont d’Inca, hecho que al pueblo le valió el mote de ‘Inquero’. 

“Los bancos eran de estilo clásico para la época, compuestos originalmente por dos cuerpos de asientos unidos con un pie central separador y dos pies de cierre en sus laterales. Eran bancos robustos y construidos para durar, provistos de filigrana de marquetería en la parte superior”, destacó la asociación, que expresó su sorpresa por el hecho de que fueran descartados por la iglesia con el argumento de que estaban deteriorados por la carcoma.