El gobierno municipal de Inca elevará al pleno de este mes de enero la catalogación patrimonial de la antigua fábrica de gas con la tipología de bien de interés industrial con el objetivo de garantizar su protección en el futuro. El inmueble, conocido como el edificio de Gesa y actualmente sin uso, está ubicado en la calle de Artà y formará parte del futuro espacio libre público que el consistorio ‘inquer’ quiere habilitar en esta zona urbana para dar continuidad a la recientemente reformada Plaça Mallorca.
La institución municipal ya ha completado el trabajo de documentación histórica, elaborado por el historiador Miquel Pieras, y actualmente se están realizando los planos para delimitar las partes del antiguo edificio que formarán parte del catálogo y que se salvarán del proceso de derribo de los otros edificios sin valor histórico de cara a la elaboración del proyecto del nuevo espacio público, para el cual ya se ha aprobado la modificación puntual del planeamiento urbanístico. «Posteriormente se realizará el proyecto de la futura plaza», explica el regidor de Urbanismo y Patrimonio del Ayuntamiento, Andreu Caballero.
Las construcciones que formarán parte del catálogo de bienes patrimoniales de Inca están ubicados a la izquierda del antiguo complejo de Gesa, mirando desde la Plaça Mallorca, mientras que los inmuebles ubicados en la parte derecha son añadidos posteriores que no merecen protección y seguramente serán eliminados cuando se construya la futura ampliación de la plaza pública.
La fábrica de gas presenta una tipología industrial típica de finales del siglo XIX y principios del XX y está rodeada por otros edificios que ya forman parte del catálogo patrimonial como diversas casas de la calle de Artà o los edificios de can Domènec, el club Velocipedista o can Gual.
La construcción de la fábrica inició su tramitación administrativa en enero de 1898 cuando Florencio García Bergua, en nombre de la empresa Propagadora Balear del Alumbrado, solicitó permiso al Ayuntamiento para instalar una fábrica de gas que por aquel entonces se ubicaría en las afueras de la ciudad, en la intersección de las carreteras de Alcúdia y Artà.
Iluminación pública
El ayuntamiento de Inca y la empresa pactaron las condiciones mediante la citada compañía de alumbrado debía ofrecer un servicio de iluminación pública. La fábrica se inauguró el 5 de septiembre de 1898, integrada por diversos accionistas ‘inquers’ en su mayoría.
A partir de 1911, la fábrica de gas se transformó en una central eléctrica porque el acceso al carbón era dificultoso y caro y cumplió una función fundamental para proporcionar electricidad a diversos pueblos de la comarca. Eran los años 20 y la expansión de la central coincidió con una gran transformación económica y social de la ciudad del Raiguer que supuso la modernización de muchas industrias. A finales de 1929, la empresa fue absorbida por Gesa y se integró en el sistema eléctrico global de Mallorca. Con el tiempo, el edificio sufrió muchas modificaciones hasta que en 1956 dejó de producir electricidad y ejerció de taller y almacenes de la empresa eléctrica.
La fachada original y la zona más antigua de la fábrica serán ahora protegidas para preservar la arquitectura y la memoria de un edificio clave en el proceso de modernización de la ciudad.
