La gamberrada de forzar una máquina excavadora y estamparla contra uno de los muros de la iglesia de Pollença podría salirle cara al menor que protagonizó el incidente en la madrugada del pasado lunes. El ayuntamiento de Pollença tiene intención de remitir las diligencias del suceso a la fiscalía de menores para que valore las consecuencias del caso, según ha asegurado este martes el exalcalde Tomeu Cifre.
No será la única denuncia. La empresa constructora encargada de ejecutar las obras en el centro y propietaria de la máquina excavadora sustraída por el joven también presentará denuncia ante la Policía Local y la Guardia Civil debido a los daños causados en la máquina que, tras recorrer varios metros por el centro de la localidad, topó con uno de los muros de la iglesia, aunque los perjuicios provocados en el templo fueron «insignificantes», según aseguran fuentes del obispado de Mallorca.
En este sentido, consideran que el suceso protagonizado por el menor «no fue un acto directamente en contra de la parroquia, sino que fue un efecto colateral». Por ello, desde la rectoría de Pollença no adoptarán ninguna decisión sobre esta cuestión porque consideran que no les corresponde. Tampoco tienen previsto presentar ninguna denuncia.
«Riesgo importantísimo»
La denuncia que tiene previsto presentar el ayuntamiento de Pollença no tiene su motivación en los daños causados por el joven sobre el patrimonio colectivo de la localidad, ya que, según el obispado, son muy pequeños, sino en el «riesgo importantísimo» para las personas que supuso la gamberrada, según el exalcalde Tomeu Cifre. A su entender, el menor implicado en los hechos «jugó con la integridad física» de los ciudadanos.
Sin embargo, afortunadamente no se tuvieron que lamentar desgracias personales y el incidente no pasó de ser una gamberrada que ha tenido una gran repercusión tanto en los medios insulares como en los nacionales. Incluso algunos portales internacionales se han hecho eco de la noticia.
Los hechos ocurrieron sobre la 1,30 horas de la madrugada del pasado lunes, cuando se estaba celebrando un ‘tardeo’ en la Plaça Major de Pollença que se prolongó hasta altas horas de la mañana. A esa hora un joven apareció en la plaza a los mandos de una máquina excavadora que se utilizan en las obras de empedrado que se ejecutan en el centro histórico. Posteriormente se dirigió hacia la Plaça Vella por la calle Antoni Maura y golpeó con el martillo hidráulico la pared lateral de la parroquia de la Mare de Déu dels Àngels. Según relata el Punt Informatiu, un hombre hizo bajar al joven de la excavadora de forma contundente.
El menor terminó en la comisaría de la Policía Local, donde fue recogido después por sus padres.
