El GOB advierte este viernes en un comunicado que las excepciones a la ley de Costas que se defienden desde diferentes sectores para preservar determinados elementos como chiringuitos o ‘escars’ «son ejemplos de las resistencias a perder las concesiones por instalaciones y estructuras ubicadas en el dominio público».

El grupo ecologista cita los casos de los chiringuitos de Cala Deià, el Bungalow o Capellans, además de los ‘escars’ del Port des Canonge, entre otros, y añade que «los usos lucrativos o particulares en el dominio público no pueden ser defendidos por las instituciones y partidos con argumentos históricos o patrimoniales que esconden la realidad de los usos privativos que se pretenden perpetuar en estos espacios». A su entender, el cambio climático "es una realidad y la adaptación de la costa de Balears a esta realidad es una de las asignaturas más complejas que habrá que abordar con responsabilidad".

En este sentido, el colectivo ecologista se refiere a la pretensión de Més per Mallorca de impulsar una iniciativa para que el Parlament solicite una modificación de la ley de Costas para evitar que el Ministerio para la Transición Ecológica ejecute la demolición de los 'escars' del Port des Canonge, en Banyalbufar. "Los argumentos que se pretenden son patrimoniales, pero los usos que se están dando a estos elementos son totalmente privativos e incluso en algún caso de alquiler turístico", sostiene el GOB, que recuerda que ya se han dictado dos sentencias en 2012 y 2013 que han descartado la conservación de estas estructuras construidas dentro del dominio público marítimo-terrestre de Costas. En 2009 se denegaron las concesiones de ocupación de los terrenos por el "marcado carácter regresivo" del tramo de costa donde se ubican, por lo que la denegación "prioriza el uso público y gratuito de la playa y concluye que la capa no tiene en este punto una amplitud suficiente, motivo por el cual las casetas de 'escars' interrumpen el uso público", señala el GOB.

En el Port des Canonge, según el colectivo ecologista, "hemos visto construcciones brutales de cemento para rampas en la playa, ocupaciones por nuevas construcciones y además se dan usos que no son propios como vivienda o alquiler turístico".