La plataforma Indignats Ma-10 celebró estos días una reunión en Sóller en la que acordó convocar acciones y protestas públicas contra los «delincuentes» que participan en las carreras ilegales que tienen como escenario la vía que atraviesa la Serra de Tramuntana y que suponen una «pesadilla» para los residentes. Además, esta entidad prevé elevar el caso a las instituciones europeas al entender que han fracasado sus acciones realizadas ante las insulares y autonómicas.

A través de un comunicado, la plataforma explica que en la reunión se abordaron diferentes temas, como el archivo de una denuncia que la entidad presentó ante la Fiscalía de Balears y que ha sido rebatida con un informe de la Guardia Civil que ha generado el estupor entre los miembros de Indignats Ma-10. Según explicaron, el citado informe policial está «lleno de falsedades» como que niega exceso de ruidos en la carretera Ma-10 o que tampoco se cometen excesos de velocidad. Según el citado informe «solo consta un solo caso durante el año 2021», algo que «confirma que la Guardia Civil solo acudió al lugar adecuado una sola vez en el año 2021». Los afectados afirman tener numerosas pruebas documentales que contradicen la versión dada por la Guardia Civil en su informe en relación a las carreras ilegales y las molestias derivadas por los excesos de velocidad y el ruido que generan este tipo de vehículos. En el encuentro celebrado en Sóller se reunieron vecinos de diferentes municipios como Andratx, Calvià, Gènova o Sa Pobla, entre otros, que afirman estar afectados «por la lacra de las carrera ilegales, no solo en la Ma-10, sino en cualquier lugar de la isla donde los delincuentes, haciendo uso de su consabida inmunidad, deciden hacer uso de ellas para sus actividades delictivas». Esta plataforma tildó de «fracaso» todas las gestiones que han llevado a cabo en los últimos cuatro años con las instituciones insulares y autonómicas para hacer frente a las competiciones ilegales. A su juicio se han mostrado «desinteresadas en abordar seriamente el problema» y ponen de manifiesto que «curiosamente nadie les demanda el porqué» ya que «el problema no ha dejado de crecer cada día».

Recuerdan que estas competiciones son «desórdenes públicos y desastres ecológicos» derivados de la contaminación acústica y de la conducción temeraria «algo que es el pan de cada día de la Serra de Tramuntana», que «lejos de ser un Patrimonio de la Humanidad es el patio de los delincuentes comunes de Mallorca». Los vecinos se sienten «engañados, humillados y desprotegidos» y por eso anuncian movilizaciones públicas y su intención de acudir a las instituciones comunitarias para denunciar el problema.