Diario de Mallorca

Diario de Mallorca

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Manacor

La finca de Mobles Riera Bassa, del Pou Fondo, se ha vendido para hacer VPO

Una inmobiliaria palmesana ha comprado el inmueble, que tiene una superficie de 2.000 metros cuadrados construidos

Exterior del edificio vendido en Manacor. S. Sansó

La finca que hasta finales de los años 80 fue la sede de las oficinas y plantas de exposición de Mobles Riera Bassa de Manacor, en la calle Pou Fondo número 23, ha sido vendida a una inmobiliaria palmesana.

La operación, que se cerró hace unos días por un precio inferior al puesto a la venta hace unos años y que era de 600.000 euros, implica la transformación de sus seis plantas (incluido un ático con terraza) en viviendas de protección oficial (VPO).

Se trata de un inmueble de 2.000 metros cuadrados construidos y 1.750 metros cuadrados útiles, con una planta sótano y planta baja de 250 metros cuadrados con una oficina, un baño y una zona diáfana. Consta también de un montacargas y un ascensor. Aunque todas estas características tendrán que ser reacondicionadas para transformar cada planta en pisos separados.

De hecho la empresa que ha adquirido la propiedad ya se ha puesto en contacto con el ayuntamiento de Manacor para saber cómo pueden acogerse a la normativa del nuevo plan general urbanístico, que especifica que las fincas que actualmente se encuentran en un régimen especial por exceso de alturas, no tengan que demoler ninguna planta a cambio de convertirse en VPO.

En los años 90, durante la legislatura del alcalde Gabriel Bosch, la familia Riera Bassa estuvo a punto de llegar a un acuerdo con el Ayuntamiento para firmar un contrato de alquiler con opción de compra, a fin de habilitar el edificio en las nuevas oficinas municipales. Pero, finalmente, al no llegar a un entendimiento completo a causa de la última planta (la familia quería que siguiera siendo una vivienda privada), el Consistorio acabó eligiendo, al cabo de unos años, el edificio de Can Bauzà.

Oficinas privadas

Después, hace una década, se hizo un nuevo intento por vender la finca del Pou Fondo como oficinas privadas, lo que hubiera vuelto a dar una vida comercial en la zona, pero entre las trabas de la normativa municipal y el poco éxito de la oferta, todo quedó en nada. Los últimos años han estado marcados por la degradación del edificio por las humedades y por la okupación del ático, donde todavía quedan rastros de colchones y muebles quemados lo que obligó a la familia a tapiar la planta baja y reforzar la puerta de entrada.

Compartir el artículo

stats