Que la sanidad balear vive momentos de cambios y adaptación a las circunstancias actuales es algo que está a la orden del día. Un sector que, semana tras semana, es noticia por la demanda de infraestructuras, recursos y de más profesionales, bien sea porque una parte de ellos se jubilan o bien porque otros deciden cambiar de destino laboral. Hechos que se acaban traduciendo en bajas por cubrir en algunos centros sanitarios. Precisamente estos dos motivos fueron los que marcaron el homenaje que se rindió este sábado, en Binissalem, al médico Jesús Seco, jubilado después de haber ejercido, desde 1983, en el centro de salud, y a los pediatras Edelmiro Vergés y Pere Bernadí, quienes han ocupado sendas plazas tras 22 y 18 años, respectivamente, en el mismo centro sanitario.

La organización del homenaje fue a cargo de la enfermera Xisca Serra, quien lleva trabajando en el citado centro desde hace más de dos décadas. El acto, celebrado en la plaza cubierta de la antigua escuela graduada, contó con la colaboración del Tall de Vermadors, que interpretó algunos de sus temas. Seguidamente, unas cuantas personas del pueblo, entre las cuales también varios niños y niñas, leyeron unos textos de agradecimiento por la labor desarrollada durante todos estos años por los tres profesionales, a quienes se les hizo entrega de un mortero de piedra, un producto típico del pueblo. Finalmente, cada uno de ellos tomó la palabra y agradeció aquel homenaje así como el haber podido desarrollar su actividad profesional en un municipio donde siempre se han sentido bien acogidos. La celebración concluyó con la degustación de una paella para unas trescientas personas. Al evento también asistieron los alcaldes de Binissalem y Alaró, municipios que han compartido el servicio de pediatría desde el 2000, año en que fue introducido.