Una vez más la jornada dominical ha estado marcada por las ferias de otoño. Pollença, Muro y es Capdellà son las localidades que este fin de semana han celebrado sus muestras otoñales. Muro se ha vestido de naranja con la Fira de la Carabassa que en esta ocasión ha vuelto a celebrar la tradicional Pesada de la Carabassa, uno de los actos más emblemáticos de esta feria de otoño. La climatología y las altas temperaturas registradas han afectado a la producción de la calabaza, que este año no han logrado pesos llamativos. De todas formas, en la categoría de variedades no autóctonas el histórico Pep Ferriol ha vuelto a conquistar el primer premio con una calabaza de 178,60 kilos mientras que José Juan Aguiló con un producto de 20,3 kilos se ha hecho podio en la categoría de autóctonos. En esta edición número 16 del concurso que vuelve a la explanada del Ayuntamiento con el marco incomparable que ofrece la iglesia murera, la expectación ha sido mucha pese a que no ha sido un buen año para la producción. Lejos quedan del record balear que Miquel Cloquell conquistó en 2016 con una calabraza de 529 kilos. El record mundial lo conquista un agricultor italiano con una de 1.225 kilos.

Y mientras Muro ha hecho gala de sus calabazas, Pollença ha abierto sus calles y espacios para recibir este fin de semana a los visitantes que acudan a una nueva edición de su Fira. La jornada dominical ha empezado sobre las nueve de la mañana con el concurso de pastoreo pero sin ninguna duda el de Pollença ha sido el gran protagonista de la feria con la degustación de esta delicia.

Un éxito de participación ha sido la Fira de Feines de Tardor de Es Capdellà en la que no ha faltado el mercado artesanal y agroalimentario, además de la muestra de animales. La jornada ferial ha estado animada por el pasacalles de los Geganters de Calvià.