Durante la campaña de verano, comprendida desde el 1 de junio hasta el 30 de septiembre de 2022, se efectuaron en Llucmajor un total de 105 denuncias por infracciones de la ordenanza municipal de Convivencia Ciudadana (OMCC), según informa el Ayuntamiento. Se trata de un 57,66% menos que el año anterior, en el que se registraron 248 denuncias.

Entre las denuncias interpuestas este pasado verano, 44 pertenecen a actividades relacionadas con negocios en la vía pública, como juegos de apuestas, músicos, publicidad o venta sin licencia; 25 denuncias han sido por infracciones referentes a la venta y consumo de alcohol; 11 por las molestias generadas a clientes de hoteles, con escándalos o ruidos; 7 por usos prohibidos de la vía pública, como realizar acampadas, utilizar monopatines, hacer pintadas o encadenar las bicicletas al mobiliario urbano; otras 7 por molestias de ruidos, juegos, fuegos, limosnas o de carácter sexual; y las 11 restantes han sido denuncias en blanco, es decir, por cualquier otro concepto no mencionado anteriormente.

Según explica el inspector jefe de la Policía Local de Llucmajor, Sergi Torrandell, «el objetivo principal de la campaña era la prevención, en el sentido de evitar denuncias por incumplir la ordenanza, facilitar la fluidez del tráfico y evitar peleas, hurtos y robos». 

Además, Torrandell añade que «también se controló el cumplimiento del decreto de excesos turísticos en el momento que había denuncias y el control de expedición de bebidas alcohólicas a menores en cualquier momento».

Respecto a la actividad de las viviendas vacacionales, el inspector jefe afirma que «es importante recordar que puede haber acciones que molesten, pero que no contradigan la normativa municipal».