La ciudad de Inca oculta un tesoro histórico en el subsuelo de la barriada de So na Monda que ofrece una valiosa información sobre el antiguo sistema de acopio de agua para el consumo humano que data de la dominación musulmana, una cultura experta en recoger y canalizar el líquido vital para aprovechar sus múltiples usos. Se trata de los qanats’ de la Font de la Canaleta, un patrimonio arquitectónico desconocido por la mayor parte de la ciudadanía que ahora está en proceso de restauración por parte del ayuntamiento de Inca con el objetivo de darlo a conocer y conservarlo para las generaciones futuras. Los ‘qanats’ están integrados en el catálogo de elementos de interés artístico, ambiental y patrimonial del municipio de Inca.

Una delegación municipal presidida por el alcalde Virgilio Moreno y el regidor de Patrimonio, Andreu Caballero, ha visitado este viernes este elemento hidráulico para comprobar los avances del proyecto de conservación y restauración dirigido por la restauradora Maria Antònia Salvà. «Desde hace unos años se detectó que los ‘qanats’ estaban en un estado de conservación muy malo» explica Caballero. Por este motivo se ha puesto en marcha una intervención para tratar de devolver a estas antiguas galerías y pozos de agua su aspecto original. «Nuestro objetivo es que en un futuro la ciudadanía pueda visitar y descubrir este bien catalogado», añade el regidor.

Siempre que no sufran de claustrofobia, pues acceder a los antiguos ‘qanats’ es adentrarse en galerías subterráneas oscuras y húmedas con pasillos por los que apenas cabe una persona de complexión normal y en los que casi no se ve el final. La experiencia, sin embargo, vale la pena porque ayuda a conocer el patrimonio local y comprobar las complejas obras de ingeniería hidráulica que ejecutaron nuestros antepasados para proveerse de agua.

El sistema de los ‘qanats’ de So na Monda aprovechaba el caudal de dos pozos mediante dos galerías subterráneas de 100 y 40 metros de longitud que confluían en la calle del Grifó, desde donde partía una canalización que por gravedad conducía el agua hasta la antigua plaça de la Font, hoy conocida como plaça del Bestiar

El sistema fue utilizado hasta mediados del pasado siglo, cuando se eliminó el antiguo bebedero de la citada plaza. Actualmente, el elemento está en estado de abandono y la estructura ha sido modificada en diversas ocasiones a lo largo de la historia. Uno de estos cambios se produjo en 1850, cuando una dura sequía obligó a ejecutar algunas modificaciones en las canalizaciones antiguas. No obstante, la antigua estructura se mantiene. «Hay algunos desprendimientos en el túnel, pero no es un daño estructural», explica la directora de la intervención.

La primera fase de la actuación municipal consiste en la conservación y la restauración del entorno protegido del exterior, básicamente los accesos, los ‘marges’ y un pozo de aireación, y de parte del interior, concretamente el primer tramo de la entrada por la calle del Grifó y el aljibe de la Font de la Canaleta. También se borrarán las pintadas vandálicas existentes en el interior, que desde hace poco tiempo era de acceso libre. El Ayuntamiento prefiere no marcar plazos porque por ahora se desconoce el volumen de trabajo que queda pendiente.