El padre Pedro Escriche, uno de los dos frailes restauradores de la vida franciscana en el convento de Sant Bernadi, en 1969, falleció de manera repentina el martes en la que era su residencia actual, el convento de San Francisco de Teruel. Junto con Salustiano Vicedo, fallecido en 2007, protagonizó el regreso de la Orden Franciscana Menor a Petra. Ambos fueron los encargados de rehabilitar el convento y desde él protagonizaron una amplia actividad religiosa y cultural con proyección en toda Mallorca. En concreto, Pedro Escriche dedicó buena parte de sus esfuerzos y preferencias al mundo de la música con especial dedicación al canto coral. Fue el fundador de la Coral Fra Juníper Serra y uno de los animadores de la Federació de Corals de Mallorca.

El Padre Pedro, como se le conocía entre la gente de Petra, había nacido en Mora de Rubielos, (Teruel) el 4 de agosto de 1941. En la actualidad era uno de los capellanes del Hospital Obispo Polanco de la capital turolense y hasta hace poco ejerció como párroco de las parroquias rurales de Pancrudo y aledaños. Una vez completada su formación religiosa y sacerdotal, Petra fue su primer destino. Estuvo en la villa hasta 1983 y siempre se reconoció marcado por ello, lo que le llevó a no perder nunca la relación con la población y las amistades que fraguó en ella. Hombre próximo, afable y familiar, estaba siempre predispuesto al buen humor y la conversación. El recuerdo de su presencia permanece latente en Petra.